Día 4: Cosas nuevas - Para (de comprar) y sigue adelante

No es que comprar sea malo en sí mismo. Comprar es en gran manera neutral, y el deseo por cosas nuevas está escrito en nuestro ADN. Es una de las razones de que la promesa de Dios en el libro de Apocalipsis (que un día El "hará todo nuevo") es tan llamativa. Es lo que deseamos.

Anhelar algo nuevo no está mal. Es cuando el deseo comienza a alejarnos de los planes que Dios tiene para nosotros (alabanza, comunidad, compañerismo, virtud) que se convierte en negativo tanto en nuestra cuenta bancaria como en nuestra alma.

Saborear las cosas más finas

Un dulce se ingiere en un segundo; una buena comida necesita ser saboreada. Para encontrar la cura de Dios para los hábitos de compra adictivos, comencé a tomar pequeños mordiscos de placeres que duraban más tiempo. El ejercicio llena, así que Daryl y yo invertimos en una máquna de remo. La amistad llena, así que dediqué una noche cada dos semanas a reunirme con amigas, nuevas y viejas. La música llena, así que comencé a aprender a tocar piano o guitarra en lugar de ingresar a un sitio de compras en línea.

Estos días, cuando me siento tentada a salir de compras innecesarias, trato de recordar las sabias palabras de C. S. Lewis en su libro clásico Mero Cristianismo: "Si nos encontramos con el deseo, que nada en este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fuimos hechos para otro mundo". Mi armario y mi alma me agradecen. Es posible que los tuyos también lo hagan.

Reflexión/Preguntas de Discusión

1. ¿Por qué anhelamos cosas nuevas? Lee Apocalipsis 21:5. ¿Cómo se conecta nuestro deseo por cosas nuevas a la promesa de Dios que un día Él haría todas las cosas nuevas? ¿De qué manera está, comprar cosas nuevas que no necesitamos, arraigado en un buen deseo?
2. Lee Isaías 22:1-2. Isaías nos advierte sobre gastar nuestro dinero y esfuerzo en cosas que nunca podrán satisfacernos. ¿Qué placeres pasajeros re tientan cuando se refiere a las compras? Describe un momento en el que te dejaste llevar por una compra impulsiva o compraste algo para saciar un sentimiento y no una necesidad tangible.
3. Courtney escribe sobre invertir en placeres más profundos, más lentos que nutren más: hacer ejercicio, pasar tiempo con amigos, tocar la guitarra. Describe un placer más lento y profundo que te atraiga. ¿Cuál podría ser una forma en que pudieras alimentarte de algo más nutritivo cuando vuelvas a sentir la tentación de comprar comida chatarra metafórica: algo que no necesitas?
4. Courtney escribe: "Invertir en cosas más profundas me hizo más profunda a mí". ¿En qué áreas de tu vida te falta profundidad? ¿De qué maneras te está invitando Dios a invertir en cosas más profundas?
5. ¿Considerarías parar completamente de comprar cosas no esenciales, como lo hizo Courtney? ¿Por qué o por qué no? Si deseas parar completamente, decide una fecha para comenzar y define por cuánto tiempo lo harás.