Decisiones que transforman Muestra
Día 4 (Extracto de la semana 3, día 3)
El departamento del amor sin duda era un problema para la samaritana. Su historia amorosa tiene varios capítulos con nombres diferentes. Ella estaba buscando amor en todos los lugares equivocados, y de tanto buscar, estaba vacía.
Desde que nacemos estamos buscando amor. De hecho, está demostrado que un bebé, para que crezca bien, a buen ritmo y saludable, necesita recibir amor, necesita ese trato donde se transpira aquello que dice: te amo, tu vida es una alegría para mí, eres importante.
La falta de amor crea inseguridad, y por eso vemos a tantas mujeres yendo de una relación a otra, buscando la protección de un amor que no les abandone.
De ahí que cuando la mujer samaritana le dice al Señor que quiere del agua que le está ofreciendo, él la manda a buscar a su esposo, para que ella entendiera que su sed era mucho más profunda, que no era cuestión de un cántaro de agua. ¡Pero incluso hasta ese nivel él podía saciarla!
¿En qué pozo estás buscando amor? ¿Esposo, hijos, familia, amistades? La necesidad de amor es normal, fue puesta por Dios, pero tenemos que procesarla de la manera correcta. A menudo tratamos de que las relaciones humanas más importantes en nuestra vida se conviertan en el pozo que nos llena de amor. ¡Es una búsqueda tan ilusoria como la de Ponce de León y la fuente de la juventud!
He visitado el lugar donde se supone que el conquistador español encontró el manantial que perpetuaba la juventud. Es un sitio arqueológico al norte de la Florida; sin embargo, el agua tiene un terrible sabor a tierra. Y, como ya es sabido, aunque bebamos galones seguiremos envejeciendo. Lo mismo sucede cuando tratamos de encontrar la plenitud en las relaciones humanas. Dios nos hizo para vivir en comunidad, y disfrutar de las relaciones nos produce una hermosa satisfacción; pero nunca lograrán darnos plenitud porque esa solo viene de una relación con Él.
Solo cuando entendemos y recibimos el amor de Dios, y dejamos que nos sane, podemos dejar de buscar amor en lugares equivocados y nuestros corazones sanan.
Ríndete al amor de Dios. ¡Él ya te ama! A veces cuando batallo con la idea, tengo que recordarle al corazón lo que ya mi mente sabe: Dios me ama, me amó y me amará. ¡Decide vivir como lo que eres, una mujer amada por Dios!
Escrituras
Acerca de este Plan
Este estudio bíblico se centra en la vida de ocho mujeres de la Biblia. Cómo sus decisiones cambiaron sus vidas para bien o para mal, y lo que podemos aprender de ellas en su propio viaje. A lo largo de este estudio personal, las mujeres aprenderán a aplicar las enseñanzas de este estudio bíblico a sus propias vidas y podrán experimentar el diseño de Dios por sí mismas.
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Nos gustaría agradecer a Lifeway Global por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.lifewaymujeres.com