La chica proverbial: sabiduría, valores y ser fabulosaEjemplo

¿QUÉ DICES?

Tus resultados son inexactos si te mides con lo que no debes.

DESGLOSE: Era mi prima y era hermosa. No sólo lo era, sino que tenía todo lo que quería y todo lo que yo quería también. Recuerdo que iba a su casa a jugar. Su habitación era el sueño de cualquier niña: rosa y blanca con una preciosa cama con dosel en el centro y una casa de muñecas Barbie casi del tamaño de mi casa. Aunque era feliz jugando con ella, secretamente medía mi valor y mi valía con su belleza y las cosas que tenía.

¿Con qué mides tu valor? Para determinar quién es más alto, utilizamos una regla. Para ver la cantidad de líquido que hay en un recipiente, utilizamos un vaso medidor. Cuando queremos ver cuánto peso aumentamos o perdemos, utilizamos una balanza. ¿Medirías tu peso con una cuchara, un vaso de agua con una regla o la sal en una balanza? Sería bastante tonto, ¿no?

“Es más valiosa que las piedras preciosas”. Su precio se conoce porque su valor se ha medido adecuadamente, utilizando el sistema correcto. Nunca obtendremos el verdadero valor de algo si medimos su valor utilizando un sistema de medición incorrecto.

Una chica proverbial nunca mide su valor por personas o cosas externas. Medirnos a nosotros mismos por otras cosas y personas nos trae una baja autoestima e inseguridad. Una chica proverbial sabe que su verdadero valor sólo puede ser determinado cuando lo mide por el gran potencial que el Padre ya ha puesto en su interior.

¡HOLA DIOS, SOY YO!
Gracias por haberme creado a tu semejanza. Entiendo que por haber sido creado a tu semejanza soy invaluable. Enséñame a no medirme con mis amigos, sino a apreciar el valor de mis amigos y el mío propio. En el nombre de Jesús, amén.

PRÁCTICA: Lee Gálatas 5:22-23. Toma un momento para medir dónde estás en la vida según el Fruto del Espíritu. Encierra con un círculo las características actuales y subraya las que necesitas trabajar.