El Credo de los Apóstoles: SalvaciónMuestra
Resurrección de Jesús: Romanos 6:4-5
El Nuevo Testamento enseña que hay al menos dos conexiones importantes entre la resurrección de Jesús y la resurrección de creyentes. Primero, seremos resucitados para una vida bendecida específicamente debido a que estamos unidos a Jesús en su resurrección. Como Pablo escribió en Romanos 6:4-5:
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección. (Romanos 6:4-5)
Pablo enseñó que a través de la fe, el bautismo nos une a la muerte de Cristo, resultando en el pago de nuestra deuda que incurrimos por nuestro pecado. Pero también nos une a su resurrección, resultando en la regeneración de nuestros espíritus en la vida presente, y la resurrección de nuestros cuerpos físicos en un tiempo futuro. Nuestra unión con la resurrección de Jesús es también enseñada en lugares como 1 de Corintios 15:21-22, Filipenses 3:10-12, y Colosenses 2:12.
Como resultado del hecho de que estamos unidos a Jesús en su resurrección, nuestra propia resurrección es garantizada.
Consideremos lo que Pablo escribió en 1 de Corintios 15:20-23:
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos… Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. (1 Corintios 15:20-23)
Aquí, Pablo se refirió a la resurrección de Jesús como las primicias de la cosecha que incluye a todos los que son de Él.
En el Antiguo Testamento, Dios exigía a Israel que le llevaran una ofrenda de las primicias de la cosecha. Observamos esto, por ejemplo, en Levítico 23:17. Estas primicias eran sólo la primera parte de toda la cosecha, y ellas representaban toda la cosecha. Ellas eran una forma de garantía - al dar al Señor la primera parte de la cosecha, los Israelitas expresaban la fe que ellos mismos recibirían el resto de la cosecha. Al darnos la resurrección de Jesús, Dios demostró su completa intención de resucitarnos en la misma forma. Entonces, como creyentes, podemos tener gran confianza en nuestra propia resurrección futura, sabiendo que Dios nos ha sellado para aquel día por la resurrección de Cristo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan de lectura aborda el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la naturaleza de la vida eterna.
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Nos gustaría agradecer a los Ministerios del Tercer Milenio por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://es.thirdmill.org/