Buenos MayordomosMuestra

“Buenos mayordomos”

En la Biblia encontramos muchos pasajes que hablan de cómo debemos dar.

Según 2 de Corintios 9:7, debemos dar alegremente. 

Según Deuteronomio 16:17, debemos dar de acuerdo a nuestro ingreso monetario.

Según Mateo 6:3, debemos dar sin jactancia o vanagloria.

Según Mateo 10:8, debemos dar libremente.

Según Romanos 12:8, debemos dar con sencillez.

Según 1 de Corintios 16:2, debemos dar regularmente.

Y según Proverbios 11:24 y 25 debemos dar generosamente.

Hay varias razones por las que las personas dejan de diezmar o dudan en comprometerse con dicha disciplina. A veces se debe a la falta de confianza en la provisión de Dios. Vivimos en una sociedad donde el estilo de vida predominante es consumista, materialista e individualista lo cual nos hace interesados, egocéntricos y desarrolla la obsesión por el control. En otras ocasiones se debe a la desconfianza en los líderes y administradores del dinero en las iglesias debido a la falta de transparencia y responsabilidad en el manejo y reporte de los asuntos financieros de la iglesia.

Por otro lado, en varias iglesias locales también existe la falta de una enseñanza adecuada y continua sobre los diezmos y las ofrendas. Otros quizá recibieron esta enseñanza, pero simplemente han escogido vivir en desobediencia a Dios. Dicha desobediencia es también una expresión, pero de ingratitud a Dios, quien nos ha dado toda bendición y provisión.

Cualquier sea la razón para dar o no, la realidad es que diezmar y ofrendar son responsabilidades que no podemos pasar por alto. Como verdaderos cristianos, personas que conscientemente hemos decidido seguir a Cristo, es importante que seamos buenos mayordomos —obedientes, diligentes y agradecidos.