Salvador - La promesa cumplidaMuestra

Miércoles – El Mesías nacerá para perdonar nuestros pecados

LECTURA: Isaías 7:14-17; Isaías 40:1-2

DEVOCIONAL: Isaías 7:14

Desde que el pecado entró en el mundo, hemos necesitado desesperadamente un Mesías. La sangre de los sacrificios de animales del Antiguo Testamento solo cubría el pecado. Necesitábamos al Cordero Perfecto, al Salvador, al Mesías que derramaría Su sangre para llevarse nuestros pecados completamente. 

¡Hay tanto amor en los versículos de hoy! Isaías sabía lo que era advertir e instruir al pueblo de Dios; pero el Señor también quería que Su pueblo recibiera Su consuelo. La orden de Dios para Isaías era consolar a Su pueblo. Él habla palabras tiernas y amorosas, palabras que anuncian que nuestros pecados son perdonados, que no necesitamos luchar más para ser limpios. El pueblo estaba a punto de enfrentar que los asirios se los llevaran en cautividad y necesitaban todo el consuelo que Dios podía darles. 

La virgen concebiría un niño. El Salvador nacería. El pecado sería perdonado. Mis hijos se llenan de lágrimas al leer estos versículos. Cuando echo la mirada atrás y veo mi vida sin Jesús, no puedo creer que Dios decidiera amarme. No puedo creer que Jesús muriera por alguien como yo, que llevara mis muchos pecados. No lo merecía. Y, aun así, el Mesías nacería para darme - ¡y darte! – vida. 

Amado Dios, me amaste tanto que enviaste a Tu hijo a pagar el precio de mi pecado. Mi corazón está lleno de alabanza y gratitud. Mi mente alucina al ver cómo Jesús cumplió las profecías hechas muchos años antes de que naciera. Gracias por salvar mi alma y por darme vida a través de Tu Palabra. 

Mini desafío: Seamos intencionales en hacer a Jesús el centro de nuestra Navidad y hagamos algunas decoraciones que incluyan el nombre de Jesús. ¿Quieres un reto mayor? Toma un tiempo para buscar el número de profecías cumplidas a través del nacimiento de Cristo.