Salvador - La promesa cumplidaMuestra
Lunes – Dar el ejemplo de humildad
LECTURA: Filipenses 2:5-8
DEVOCIONAL: Filipenses 2:8
Imagina que eres la persona más poderosa del mundo. No hay nada que no puedas hacer. Cada presidente de nación y las naciones del mundo obedecen tus órdenes. Lo tienes todo y no hay necesidad que no puedas suplir. Puedes hacer lo que te plazca. Ahora piensa en renunciar de manera voluntaria a esa posición para tener una vida sencilla e, incluso a veces, complicada. Eso es, más o menos, lo que podemos ver en los versículos de hoy.
Este pasaje se conoce como la “kenosis” de Cristo, la doctrina según la cual Cristo se despojó a Sí mismo de divinidad en la encarnación. La palara griega “kenosis” significa, literalmente, vaciar. Viene de la palabra “kenos” que significa un lugar o un espacio que no contiene nada.
La vida de Jesús no comenzó en el pesebre. Él siempre existió. Al nacer como un niño, encarnándose en humano, decidió vaciarse a Sí mismo para tomar forma humana. ¿Por qué haría algo así? Porque tenía que morir en la cruz y derramar Su sangre por el perdón de los pecados de toda la humanidad. Para poder morir, tenía que nacer como un hombre.
Jesús añadió humanidad a Su deidad y nos dio el ejemplo último de humildad. Se burlaron de Él, le avergonzaron y lo humillaron en público. Soportó la tentación, tuvo hambre, tuvo sed y se cansó. Escogió sufrir y morir. ¿Cómo nos atrevemos nosotras a pensar que somos mejores que otros? Jesús se vació a sí mismo mientras nosotras intentamos llenarnos con la mayor cantidad de cosas posibles. Leer estos versículos es una cura de humildad para mi corazón orgulloso.
Querido Dios, perdóname por el orgullo que pelea por llenar mi corazón. Ayúdame a no hacer nada motivada por ambiciones egoístas, sino a obrar en humildad, considerando a otros por encima de mí misma. Amén.
Mini desafío: Ten una charla sincera con amigos o familia sobre la humildad. ¿Cómo podemos practicar esta diariamente? Piensen en algunas ideas prácticas.
Escrituras
Acerca de este Plan
Un estudio de Ama a Dios Grandemente para celebrar lo que realmente importa en Navidad: el nacimiento del Salvador, la promesa cumplida de la venida al mundo del Mesías para redimir a la humanidad.
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Quisiéramos agradecer a Dios Amor grandemente por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.amaadiosgrandemente.com