Salvador - La promesa cumplidaMuestra

  

Jueves – Alabando al Rey

LECTURA: Lucas 2:15-20; 1 Corintios 10:31

DEVOCIONAL: Lucas 2:20

Los pastores querían ver con sus propios ojos lo que los ángeles les habían dicho. Así que corrieron a Belén y, cuando encontraron a María, a José y al bebé en el pesebre, glorificaron y alabaron a Dios. También compartieron las nuevas de gran gozo con otros. 

Durante nuestras vidas, atravesaremos diferentes épocas. Yo he tenido épocas felices, tristes, que daban miedo, emocionales…la lista es interminable. Honestamente, alabar a Dios y darle gloria no ha estado en mi lista durante algunas de esas épocas. Era fácil alabarle cuando las cosas iban bien. Pero cuando todo se ponía difícil, la alabanza no salía fácilmente. 

He tenido que aprender a alabar a Dios en cada situación. Cuando las cosas no van como deseo, cuando lo inesperado llega, cuando el dinero es escaso o el matrimonio se pone difícil. Cuando mis hijos lloran hasta quedarse dormidos después de un mal día o cuando alguien con el corazón roto aparece en mi puerta, no tengo ganas de alabar a Dios…pero lo hago de todas formas. 

1 Corintios 10:31 nos anima a hacerlo todo para la gloria de Dios. Te sientas bien o mal, las cosas sean fáciles o difíciles, brille el sol o haya nubes que te impidan ver el cielo, siempre hay una razón para alabar a Dios: el nacimiento de Su Hijo. Celebramos Su venida. Celebramos la Navidad. Alabemos a Dios con todo el corazón. 

Amado Padre, te alabo y te adoro con todo mi corazón, toda mi alma y toda mi fuerza. Ayúdame a alabarte en toda situación y a recordar que el sacrificio de Jesús es suficiente para hacerme alabar tu nombre cada día de mi vida. Amén. 

Mini desafío: ¿Alguna vez has escogido “Una Palabra” al comenzar el año? Se hace en lugar de una resolución de año nuevo para ayudarnos a centrarnos en el nuevo año. ¿Por qué no escoger una palabra para tu Navidad? ¿Qué es eso en lo que piensas que Dios te está pidiendo centrarte en este tiempo?