Salvador - La promesa cumplidaMuestra

  

Lunes – Un decreto para obedecer

LECTURA: Lucas 2:1-5

DEVOCIONAL: Lucas 2:3-4

Este es uno de los pasajes más conocidos de la Escritura. Quizás, como yo, la hayas leído muchas veces. El año pasado enseñé sobre él en la reunión navideña de mi iglesia y algo nuevo llamó mi atención en ese pasaje familiar.

María y José estaban en Nazaret. Esa era su ciudad y el lugar en el que el hijo de María debía nacer. Las personas en ese tiempo tenían que viajar a pie, así que los viajes largos no eran tan comunes como ahora. Y María estaba embarazada…irse de Nazaret seguramente no entraba en sus planes. 

Sin embargo, las profecías como las que hemos leído en la semana 1 decían que el Mesías nacería en Belén, en la ciudad de David. ¿Puedes ver lo que Dios hizo? José era del linaje de David, así que tuvo que hacer ese viaje a Belén. Según la ley romana, María no tenía que acompañarle, pero tenía sentido que lo hiciera, especialmente porque estaba en las últimas etapas de un controvertido embarazo. Dios usó a las autoridades terrenales para llevarlos a Belén y hacer así que se cumpliera la profecía tal y como está anunciada en la Escritura. 

Dios puede usar todo y a cualquiera para hacer cumplir Su voluntad, incluso gobernantes, autoridades o inconversos. Cuando algo es la voluntad de Dios, no lo puedes parar. Cuando algo no es la voluntad de Dios, no lo puedes forzar. Incluso el muy poderoso César Augusto estaba en las manos del Dios Omnipotente y Dios lo usó para cumplir Su voluntad. 

Sé que puede ser increíblemente difícil espera en Dios. Pero sea cual sea la situación en la que te encuentras, ¡cobra ánimo! Dios está en control y Él usará cualquier cosa y a cualquier persona para hacer las cosas de acuerdo a Su perfecta voluntad. 

Padre Celestial, te agradezco por el plan perfecto que tienes para mi vida. Ayúdame a recordar que Tú siempre tienes un plan. Siempre tienes un propósito y puedes usar lo más inesperado para cumplir tu voluntad. Amén. 

Mini desafío: Estamos acercándonos a la Navidad. Pasa un tiempo hoy con Dios anticipándote al gozo de la venida de Cristo. Incluso cuando no estés segura de cómo va a obrar Dios, descansa en que Dios tiene todo bajo control.