Salvador - La promesa cumplidaMuestra

  

Martes – Un bebé en el pesebre

LECTURA: Lucas 2:6-7

DEVOCIONAL: Lucas 2:6-7

José y María estaban en Belén en el momento en el que María estaba a punto de tener a su bebé, completamente separados de su familia y amigos en Nazaret. No se nos dice si alguien ayudó a María durante el parto, pero, como es descrita la escena, probablemente lo hizo sola. Ella tomó unas tiras de tela para arropar al bebé y lo puso en un pesebre. 

No sé si el pesebre era una Cueva o un establo, si estaba adosado a una casa o en campo abierto. No sé si el pesebre estaba hecho de madera o de piedra o si había animales dentro del establo cuando Jesús nació. Lo que sí sé es esto: María puso al bebé Jesús en un pesebre porque no había lugar para ellos en el mesón. No había lugar para Jesús. 

Él era el Hijo de Dios. Podía haber escogido nacer en un palacio o en una casa grande y cómoda. Pero Él escogió venir al mundo de la manera más humilde. Escogió lo incómodo, lo que olía mal, lo solitario. 

¿Cuántas veces me he quejado por esas cosas pequeñas que hacen la vida un poco menos cómoda? ¿Cuántas veces he puesto mi bienestar por delante de la voluntad de Jesús? ¿Cuántas veces no ha habido lugar en mi corazón, en mi vida, en mi horario, para Él?

Amado Señor, perdóname por poner mi relación contigo y mis cosas por delante de las tuyas. Perdóname por cerrar mi corazón a Ti y por tener mis prioridades desordenadas. Ayúdame a hacer sitio para Ti cada día de mi vida. Amén. 

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