Yo Voy a PelearMuestra

SEGUNDO DÍA:

Las personas generosas son: AGRADECIDAS

¿Alguna vez has abierto tu armario y has pensado, “No tengo nada que ponerme”; o has abierto tu nevera y has dicho, “No tengo nada que comer”; o tal vez has encendido la tele y has pensado, “No hay nada que ver”? La mayoría de nosotros estamos naturalmente inclinados a enfocarnos en lo que nos hace falta más que en lo que ya tenemos. Sin embargo, cuando empezamos a enfocarnos en lo que tenemos en vez de lo que nos hace falta, estamos encaminados a experimentar la gratitud. Un espíritu agradecido puede cambiar tu estado de ánimo por completo. A menudo, pensamos que las riquezas podrían hacernos felices, pero en realidad, ¡la gente agradecida es la que es feliz!

El pastor Brian Houston ha dicho, “el propósito de la bendición de Dios es capacitarte para que seas un canal de bendición para los demás”. Cuando realmente disfrutamos lo que tenemos y somos agradecidos, es natural que queramos que los demás experimenten lo mismo con nosotros, así que damos. Un espíritu agradecido a menudo inspira un espíritu generoso. 

Verás, es difícil ser generoso con lo que tienes, a menos de que primero estés agradecido por lo que tienes.

La Biblia nos dice: “Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto”. (Santiago 1:17) Ello significa que todo lo bueno que tenemos en la vida viene de Dios. Él se dedica a dar regalos, a otorgar bendiciones y a ayudar a la gente a obtener una vida abundante (Juan 10:10). 

La Biblia no dice que “Porque tanto amó Dios al mundo que cantó una canción, escribió un poema o dijo una oración”; dice que Él dio a Su Hijo (Juan 3:16). Tenemos una relación con un Dios generoso y, debido a que nuestro Dios es dadivoso, nosotros también debemos serlo.  

Nuestra lectura bíblica de hoy dice: “nos han tratado generosamente, así que vivamos generosamente”. Creemos que la generosidad es inspirada y nace en respuesta a todo lo que Dios ha hecho por nosotros. No damos para la iglesia; ¡damos porque Dios nos salvó!  Billy Graham dijo una vez: “Dios nos ha dado dos manos, una para recibir y otra para dar”.

¿Cuándo fue la última vez que le expresaste tu gratitud a Dios o a los demás?  

¿Estás dando de tu tiempo, talento y recursos gracias a todo lo que Dios ha hecho por ti?  

Seamos un pueblo agradecido y generoso.