La ley de la gracia: la fe de RahabMuestra

De ramera, a heredera

Rahab, no es más la ramera, sino una heredera del propósito de Dios. Dios borró todo su pasado y escribió en ella una nueva historia. Eso hace Dios con toda persona que se atreve a creerle. Dios tiene el poder para borrar el pasado (sin importar cuál sea), la autoridad y deseo de escribir un nuevo presente y profetizar un mejor futuro.

Josué 2 dice: Cuando lleguemos a este territorio, esta soga roja tiene que estar atada a la ventana por donde vamos a bajar. Reúne en tu casa a todos tus familiares.

Los espías hicieron un pacto. Ese cordón tipifica la sangre de Jesús, derramada en la cruz, la cual fue el pago de los pecados y nos dio la vida. Ella marcó su ventana con un cordón y se convirtió en la mensajera de buenas noticias. Convenció a sus padres y familiares de la oportunidad de poder vivir, como integrantes de la familia de Dios. Los convenció de una nueva ciudad, cultura y un nuevo Dios, el único verdadero.

El capítulo 3 de Josué, nos habla de cómo cruzaron el Jordán. En realidad no se requería un gran milagro para que cruzaran el Jordán, porque no es un río con corrientes fuertes, pero era un recordatorio, de pasar a una nueva vida y fase. El capítulo 5 habla como Josué dijo que antes de continuar debían circuncidarse.

Lo interesante de esta mujer, es que en su fe pudo hablar con conocimiento de la verdad. Pareciera que hablaba una mujer, que había sido adoctrinada desde pequeña para aprender la historia de Israel, pero la tenía grabada en su espíritu. Habló de Dios como el Dios verdadero. Escondió a los espías. Confundió a los perseguidores. Dio instrucción a los espías de como escapar. Hizo un pacto con los espías. Esto permitió que tuviera la oportunidad de una nueva vida. Se salvó de morir. 

En Jericó había personas de muy buena reputación y para los ojos de las personas debían ser insertados en la historia de los hijos de Dios. Sin duda la gran mayoría tenía una mejor reputación que Rahab, pero solamente la fe de ella agradó a Dios. 

No por sus obras o por ser muy buena, sino porque creyó en el Dios verdadero. La Palabra declara: «Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía. Ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó».

De hecho, Rahab se casó con un príncipe de Israel, incluso, la tradición dice que se casó con Josué. ¿¡Cómo Dios transforma la vida de las gentes que le creen?! Eso es lo que Él quiere hacer con cada uno de nosotros. 

Si desean ver el sermón completo, sobre el cual se basó este devocional, entre al siguiente enlace, https://vimeo.com/195046792