Principios y elementos para entender cómo funcionarMuestra

Mentalidad correcta

6. No creían que eran un pueblo de bendición.

Dios dijo Abraham: Voy a bendecir a los que te bendigan. Lo recibieron a través de Abraham, Isaac, Jacob y generaciones. Tenían quizá en sus costumbres repetir la historia de Abraham, saber que Dios lo había sacado de Ur, que Él prometió una tierra y bendición, tenían un credo. Puedes tener varias versiones de la Biblia, libros de las raíces de hebreo o griego, cosas electrónicas y versiones en inglés u otros idiomas, pero con todo eso no tener relación con la Palabra. 

La Biblia y Palabra son cosas diferentes. La Biblia todo el mundo la tiene. La Palabra es una dimensión de Dios. La Biblia puedes llevarla todos los domingos debajo del brazo y entrar a la iglesia, pero la Palabra nunca la tocaste. Este pueblo tenía escasez de la Palabra aunque poseían una historia, tradición y un conocimiento en la mente de Dios.

Antes cuando querían dirección de Dios tenían que ir con un profeta o vidente, para saber qué quería Dios o una dirección a tomar. Cuando se pierden las burras del papá de Saúl, ¿qué hizo? Lo mandó a buscarlas. Cuando no las encontró, Saúl buscó un vidente, porque quería saber dónde estaban las burras. 

Hoy no puedes ir donde un apóstol para que te diga dónde están las burras. No podemos ir a donde alguien para que nos diga que hacer. Todos somos hijos, la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros, Cristo es una realidad y podemos tener una comunión con Él para saber que nos habla. Dios habla todos los días, pero no hay hombres que lo escuchen todos los días.

7. Hacían las labores más duras. 

Eran más fuertes y muchos, pero se dejaban dominar, por su forma de pensar que era de esclavitud. 

Todo se dio por ignorancia. Ignoraban la realidad de Dios, quienes eran en Él y la herencia que tenían. Cada vez que el pueblo de Dios es ignorante en una de estas áreas cae en estado de esclavitud y conformismo, por tal motivo viven en un sentido como esclavo. 

Necesitamos conocer: ¿Quiénes somos en Dios? ¿Cuál es nuestra herencia? ¿Cuál es el poder que radica en nosotros? ¿Qué nos dio Dios?

Tenemos que desarrollar nuestra vida, para vivir en la plenitud por la cual Dios nos dio la salvación. 

José fue vendido como esclavo por sus hermanos, pero él nunca fue uno. Cuando José salió del pozo, entendió que esa era la tecnología de Dios para producir de un niño consentido a un hombre con entendimiento para gobernar. Cuando pases por un pozo, saldrás a hacer cosas mayores.

El que entró al pozo fue para ser esclavo, pero el que salió era para ser un señor. Cuando llevaron a José a casa de Potifar no era un esclavo, sino un señor, porque nunca pensó en esclavitud. En la casa de Potifar José empezó a administrar, por lo cual Potifar se dio cuenta que no necesitaba a nadie más. Después llevaron a José a la cárcel, pero no era un esclavo preso, sino en ese lugar determinaba las cosas que se debían hacer, porque era señor, tenía una mente de señorío. En la Escritura dice: Nada se hacía sino era por la orden de José.