Principios y elementos para entender cómo funcionarMuestra

Tenemos herencia en el nuevo pacto

En el nuevo pacto, tenemos una herencia, todo esto solo son sombras o ejemplos para nosotros. Muchos desconocemos la herencia que Dios nos concedió, por lo tanto vivimos de una manera inadecuada. Pablo decía: No paro de dar gracias por ustedes, haciendo memoria en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo abra los ojos del entendimiento y de sabiduría. ¿Con qué propósito? Revelación en el conocimiento de Él, para que sepamos cual es la herencia y su poder que actúa. Con ojos cerrados no podemos actuar en su poder. 

Necesitamos abrir los ojos y entender que la herencia es para vivirla y manifestarla en la Tierra. Dios no nos dio herencia para vivirla allá, sino acá. Nada de lo escrito es para hacerlo allá, todo es para realizarlo acá. Dios se interesa por aquello que hacemos acá. Nos debemos interesar por lo que hacemos acá, no allá. No sabemos qué vamos hacer allá, solo que estaremos con Él, pero Dios nos dijo lo que debemos hacer aquí, esa es mi herencia, debo caminar y vivir en ella. 

4. Eran muchos en número, más que los egipcios y con fuerza, pero ignorantes del propósito de Dios.

El número de personas no determina su fuerza. Las grandes cosas que realizó Dios en aquello que es la sombra, no lo hizo con multitudes, sino con pequeños grupos. Dios buscó siempre un hombre, es todo lo que necesita.

Al igual que ellos debemos quitar preceptos, argumentos e ideas concebidas, que no nos permite ser la iglesia victoriosa que Dios concibe. Tenemos un grave problema cuando queremos avivamiento sin tocar la estructura de la iglesia, porque necesitamos una reforma que cambie el fundamento, no las emociones de las personas. Queremos personas tocadas, pero no transformadas. Queremos una iglesia emocionada, pero no involucrada en su mundo. Tenemos problema cuando estamos entretenidos en hacer guerra espiritual, pero no hacemos nada para transformar la Tierra; cuando tenemos una iglesia mística, pero no tiene entendimiento de los propósitos de Dios. Queremos un mover, pero no salimos de la inactividad. Queremos que Dios haga todo, pero Él ya lo hizo, está sentado porque ya realizó todo, no hace falta nada. Cristo está sentado esperando, el problema es que la iglesia se encuentra sentada esperándolo a Él. Eso que tiene que suceder en la Tierra no lo va hacer Él, porque ya lo hizo, tiene que ser la iglesia.