La gran pasión de Dios por la unidadMuestra

Todo lo que hace Dios multiplica la Unidad

Dios es el reconciliador por excelencia. Todo lo que hace Dios siempre se multiplica y genera unidad. Entre Dios y el hombre. Entre la creación y Dios. Entre judíos y gentiles. Entre vecinos, culturas, clases socioeconómicas o divisiones nacionales. En efecto, la cruz es el único lugar donde se puede reconciliar lo irreconciliable. 

En Efesios 1 leemos sobre una increíble, aunque subestimada proclamación sobre el designio de Dios para multiplicar la unidad: “Él nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen propósito que de antemano estableció en Cristo, para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo, esto es, reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra.” (Efesios 1:9-10) Permite que esta verdad te toque. En otras palabras, en Cristo, Dios reveló el misterio de su voluntad, el cual es traer unidad a todo lo que hay en el cielo y en la tierra.

El peso de la gran declaración de Pablo en este pasaje requiere una definición del evangelio que incluya la unidad como elemento clave de la obra de Jesús sobre la cruz. Probablemente hayas experimentado las divisiones devastadoras que causa el poder del pecado. Es por eso que lo más importante de la obra de Cristo fue reconciliar todo lo que había sido dividido.

Las historias del libro de los Hechos también nos muestran que la obra de Dios multiplica la unidad.  A lo largo del libro se ven los movimientos poderosos de Dios asociados con creyentes que tienen la misma mente y el mismo corazón. Esta unidad no era solamente de tipo espiritual, sino también una unidad visible y tangible con soluciones a problemas del mundo real. Luego, en Hechos 10 se produce un momento crucial para la iglesia. Es la historia en la que Cornelio, un oficial romano, invitó a Pedro a su casa. No es una simple reunión de domingo por la tarde. Los judíos no tenían permiso de entrar en la casa de los gentiles. Pero ahora, Dios estaba en el proceso de reproducir la unidad. Cuando Pedro obedeció y pasó hacia el lado de la unidad, cruzando la línea de los judíos y la de los gentiles, se abrió la puerta para el mover del Espíritu Santo y para que todos los familiares del centurión entregaran su vida a Jesús. 

Dios busca oportunidades para multiplicar la unidad, porque la obra hecha en unidad libera el poder de Dios.