Sí, PeroMuestra
Día 5: La ilusión de la seguridad
Tener seguridad es una necesidad primordial que tenemos como seres humanos. Queremos seguridad económica, seguridad física, seguridad relacional y que nuestra salud esté segura.
Este deseo de tener seguridad en la vida es una de las razones grandes por las cuales no vivimos vidas radicales como cambiadores del mundo. Buscar seguridad es una barrera enorme que Satanás usa para distraernos a seguir completamente a Jesús.
Oportunidades perdidas
Cuando estar seguro llega a ser nuestro enfoque, perdemos muchas oportunidades de cambiar el mundo. Dejamos de vivir una vida radical con Jesús, y empezamos a dedicarnos a obtener la seguridad en la vida.
Cada oportunidad de cambiar el mundo con Jesús trae riesgo (riesgo de rechazo, de perder dinero, recursos y oportunidades, de perder nuestra privacidad y de contraer enfermedad y entrar en peligro).
Cuando valoramos demasiado a nuestra propia seguridad, optamos por no arriesgarnos y perdemos muchas oportunidades de cambiar el mundo. La ironía es que nuestro Señor arriesgó — y perdió — todo para salvarnos. No pide menos de sus seguidores.
Una ilusión
Al final de cuentas, perseguir una vida segura no tiene sentido, porque la vida segura es una ilusión. No la podemos crear. Perdemos grandes oportunidades para cambiar el mundo con Jesús, porque sentimos que tenemos que proteger nuestra vida, pero nunca alcanzamos lo que buscamos.
Vidas (in)seguras
Cuando aceptamos la realidad que nuestra vida nunca estará completamente segura, podemos entrar con todo nuestro ser a la vida radical del seguidor de Cristo. Jesús llama a sus seguidores a abandonar la búsqueda de la seguridad, a vivir vidas radicales y a depender de Dios para su seguridad.
Idea principal: El seguidor de Jesús busca al Reino, no su propia seguridad
Jesús nos enseña que, si vamos a seguirle, tenemos que enfocarnos en su Reino. No podemos enfocarnos en asegurar cada aspecto de nuestra vida. Nuestra primera prioridad debe ser su trabajo.
Es más, Jesús promete que cuando vivimos así, Dios se encarga de nuestra seguridad. Tenemos un Padre que provee para sus hijos. Él ha prometido nunca abandonarnos y siempre proveer para nuestras necesidades. Esta realidad nos da paz; ya no tenemos que temer nada de lo que podría pasar en la vida.
Entregados a su Reino
Si vamos a vivir vidas radicalmente entregadas a Jesús, tenemos que abandonar la búsqueda de la ilusión de la seguridad. Tenemos que aceptar que Dios está al mando en cada área de nuestra vida, que Él nos cuidará y que podemos confiar en nuestro Padre. Así podemos entregarnos completamente a su Reino.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando Jesús nos llama a seguirlo con total dedicación, encontramos fácilmente excusas y razones para no entregarnos por completo. Sí, pero ... Vemos las barreras que nos impiden seguir a Jesús radicalmente, y cómo superarlos.
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