El duelo bien hechoMuestra
Desde hace muchos años, hay algunas ideas radicales en la iglesia cristiana con respecto a la fe, cómo ejercerla y qué esperar de un Dios Soberano cuando lo haces. Algunos sugieren que necesitas confesar positivamente lo que quieres de Dios (la eliminación de la enfermedad, la seguridad continua, la no experiencia de la pérdida, etc.) y creer de todo corazón en ello, y Él te concederá lo que pides. Algunos han ejercido la fe de esta manera para los seres queridos que estaban enfermos, sólo para ver cómo la enfermedad los reclama en la muerte. Entonces, ¿era su fe demasiado débil? No.
Aunque todos estamos llamados a ser audaces en nuestra fe, también debemos equilibrarlo con el conocimiento de que servimos a un Dios Soberano, cuya voluntad a veces requiere que las personas que amamos pasen a mejor vida. No podemos controlar a Dios. La fe significa que debemos confiar incluso ante el dolor y la pérdida. Debemos participar en el proceso de duelo para que quienes permanezcan en nuestras vidas mientras estén en esta tierra sigan teniendo acceso a nuestros corazones y a nuestra salud, amor y dones. Debemos hacer un buen duelo no sólo por nosotros mismos y nuestra propia curación, sino por el resto de nuestros seres queridos que nos necesitan y quieren que estemos presentes con ellos.
Oración: Señor, fortalece mi fe para que tenga la audacia de pedirte las cosas que quieres para mí. Recuérdame que no eres un Dios que pueda manipular o controlar, sino un Dios al que puedo acercarme. Dame el corazón para creer que lo que ha sucedido en esta pérdida puede servir a un bien mayor para Ti y a Tu voluntad para mi vida. Estoy agradecido por Tu presencia y Tu fidelidad en mi vida. En este momento, vengo a Ti pidiendo que derrames tu Espíritu sobre mí. Continúa fortaleciéndome cuando deba llevar el peso de una gran pérdida. Te pido que me des una paz sobrenatural. Evita que guarde mi dolor en mi interior o que permita que éste dicte la forma en que vivo mi día a día. Ayúdame a enfocar mi pérdida como un proceso, uno en el que pueda llorar bien y recuperarme bien. En todo, rindo mi voluntad a la Tuya, mi corazón al Tuyo, y confío en que mientras camino por el valle de la muerte, Tú estás realmente conmigo, guiándome y consolándome. En el nombre de Cristo, amén.
Si este devocional te ha parecido significativo, te invitamos a que descargues el sermón "Oh sí, a Él le importa" de Tony Evans como una forma de acercarte al Señor durante esta temporada de pérdidas. Simplemente haz clic aquí para descargar el sermón.
Escrituras
Acerca de este Plan
El dolor viene como una parte natural de la vida. Cuando pierdes a alguien que amas, navegar por el proceso de duelo puede ser difícil. A través de este Plan de lectura, Tony Evans habla desde su corazón basado en la reciente y repentina pérdida de su sobrina. Estos principios pueden ayudarte a aprender procesar mejor y abrazar la sanidad
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