El duelo bien hechoMuestra

Cuando una tragedia golpea, muchos podrían cuestionar si Dios es bueno. Cuando el Señor se lleva a alguien que amamos a casa repentinamente, puede parecer que Dios es egoísta. Muchos se han alejado de la fe porque escuchan a los cristianos predicar sobre un Dios bueno que nos quita a los que amamos sin ninguna explicación.

Para responder a eso, primero yo diría que si te deshicieras de Dios, aún tendrías un problema. Todavía habría enfermedad y maldad. Pienso en la pregunta del Señor Jesús a Pedro Juan 6:67-68 NVI. Él dice: "¿—¿También ustedes quieren marcharse?" Y la respuesta de Pedro es: "¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna". La cuestión es que no has resuelto tu problema huyendo o negando a Dios.

Segundo, ¿has notado que nosotros sólo cuestionamos la bondad de Dios cuando suceden cosas malas? Aceptamos Su bondad en tiempos buenos, pero negamos Su bondad cuando las cosas van mal. Tenemos que contraponer la maldad de una situación a la historia de la bondad de Dios.

Tercero, llegamos a la vieja pregunta: ¿Por qué tenemos todo este dolor y cómo un buen Dios permite la maldad? Dios ha dado a la humanidad una opción. Con esa elección viene el potencial del bien y del mal. La libertad permite que el mal exista, pero nosotros hacemos que el mal ocurra. Por eso necesitamos a un Dios Soberano, que puede intervenir y, de hecho, lo hace, en nuestra situación y sacar el bien del mal. Él realmente tiene el control, incluso cuando los asuntos de tu vida están fuera de control.

ORACIÓN: Señor, te elijo a Ti y a Tus caminos sobre los caminos de la humanidad. Reconozco que Tú tienes el control y que aunque la vida está llena de maldad y bondad, Tú puedes trabajar todas esas cosas juntas para un bien mayor. Ayúdame a confiar plenamente en esta verdad. Elijo confiar en Ti a pesar del dolor que enfrento. En el nombre de Cristo, amén.