Peligrosamente influyenteMuestra
Desarrolla el discernimiento
Imagina esto.Tú mamá te pidió más de cien veces que limpies tu cuarto y debes hacerlo antes de que ella llegue. Naturalmente, tú procrastinaste y empiezas a ordenar amontonando todo al oir que se abre la puerta del garage. Instintivamente sabes que tomaste una mala decisión. No solo porque las mamás son inteligentes y tienen un sexto sentido para saber cuando mientes. Sabes que lo hiciste mal. Ese sentimiento que tienes, se llama discernimiento a través del Espíritu Santo de Dios.
Ese mismo sentimiento de discernimiento que tienes cuando tomas una mala decisión, también te dice qué influencias merecen ser escuchadas. Deberíamos dejar que nuestro discernimiento determine quién o qué permitimos que influya en nosotros..
¿Cómo desarrollamos discernimiento? Veamos tres maneras de lograrlo.
1. Haz preguntas importantes. La primera persona a quien preguntamos es a Dios. Cuando estás se presenta una influencia, pregúntale a Dios si sería buena para ti o si te haría daño. Si pides a Dios sabiduría, Él te la dará (Santiago 1:5) Pero también, hazte preguntas importantes a ti mismo. ¿Es una influencia útil? ¿Es pura, correcta y buena? ¿Te motiva a ser mejor? Medita sobre estas preguntas y toma decisiones basadas en tus respuestas..
2. Desarrolla una opinión. Después de hacer preguntas, desarrolla una opinión. ¿Es buena esa influencia para ti? ¿Es la causa de una mala actitud, de que elijas equivocadamente, y que te aleje de lo bueno que Dios tiene para ti?
3. Elige cómo actuar. Decide si vas a permitir que algo influya en ti. Luego, ¡mantente firme! No disfraces tu razonamiento ni te permitas reconsiderarlo. Maneja esas decisiones como un compromiso.
Recuerda, tu discernimiento determina quién o qué influye en ti. Pídele a Dios que te dé discernimiento y practícalo con personas en las que confías.
Desafío: ¡Pídele a Dios discernimiento! Haz una lista de personas confiables con quienes te sientes cómodo al hacerles preguntas importantes. Ellos te ayudarán a determinar qué influencias merecen ser seguidas.
Acerca de este Plan
Las influencias nos rodean. Pero con tantas voces, ¿cómo elegir sabiamente a quién escuchar? Del mismo modo, estamos llamados a ser influyentes. ¿Pero por dónde empezamos? En este Plan bíblico de 5 días, aprenderemos lo peligrosamente influyente que puede ser el mundo, pero también cómo podemos llegar a serlo nosotros mismos.
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