Perfil de una iglesia apostólica relevanteMuestra

La iglesia postrera, no puede hacer menos que la primera

La iglesia es relevante, porque es edificada por un Cristo triunfante, y que dijo que dicha iglesia, sería influyente y trascendente. 

En el nacimiento, formación, desarrollo, estructura, naturaleza, mentalidad, misión y gobierno de la iglesia primitiva, podemos encontrar algunos principios para el aquí y el ahora, y creo firmemente, que eso lo estableció Dios, sin importar la condición que nuestros ojos perciban ahora, pues es la visión de Dios, acerca de la iglesia, ¡siempre! Necesitamos entender que Dios siempre estará restaurando y reformando, para llevarlo a cabo para su propósito eterno. 

Traigo a mi memoria, una declaración poderosa, que hizo Aimee Semple McPherson: «La iglesia postrera, no puede tener ni hacer menos que la primera». Esta valiente mujer, creía que la iglesia en su desarrollo progresivo y avance histórico, sería mucho más gloriosa, efectiva y poderosa que la inicial. 

El libro de los Hechos, no es el punto de llegada, sino el de partida. Creyendo que hubo un buen comienzo, habrá un gran final, porque estoy persuadido que el que comenzó la buena obra, la perfeccionará. La obra de la iglesia es diseño de Cristo, arquitecto y constructor de la misma. 

¿Por qué tomo como referencia la iglesia de Antioquía? Porque es la que Pablo utilizó como centro de operaciones de su ministerio. Pablo, en este lugar experimentó una metamorfosis en su vida, con respecto a lo que fue su encuentro con Cristo, y conocimiento de aquello que el Señor hizo que entendiera. Antioquía se convierte como el laboratorio, donde Pablo expone y enseña lo que no pudo hacer en Jerusalén. 

En Jerusalén, Pablo quiso compartir aquello que sabía de Cristo, pero no lo recibieron, entonces va a esos territorios a desarrollar su llamado. Bernabé lo busca, y es llevado Antioquía, donde es aprobado y llamado, pues tenía una Palabra que edificaba.

Me llama la atención en la vida de él, que traen a Saulo, pero enviaron a Pablo. La Escritura nos muestra que el que vino es Saulo, pero el que salió fue Pablo. Más adelante, es cambiado su nombre, pero no fue por él, sino porque identificó su identidad y se empieza a notar su llamado apostólico. Antioquía fue la base donde se reconoció, pero también, desde donde fue enviado. Cuando Pablo sale a ejercer su llamado apostólico, termina siendo Pablo.