Oración: Un devocional de 14 días por Tim KellerMuestra

Entonces, el poder de nuestras oraciones no se basa principalmente en nuestro esfuerzo y perserverancia, ni en una técnica, sino en nuestro conocimiento de Dios. Podrías responder, "Pero Dios habló audiblemente a Job desde una tormenta. Desearía que Dios me hablara así a mí." La respuesta es que tenemos algo mejor, una expresión del carácter de Dios incalculablemente más claro. "Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo... El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa." (Heb 1:1–3 NVI).

Jesucristo es la Palabra de Dios (Juan 1:1–14) porque no hay una comunicación de Dios más completa, personal ni hermosa. No podemos ver directamente al sol con nuestros ojos. Su gloria abrumaría y destruiría nuestra vista inmediatamente. Necesitamos verla a través de un filtro, y entonces podemos ver sus grandes llamas y colores. Cuando vemos a Jesucristo como se nos muestra en las Escrituras, estamos viendo la gloria de Dios a través del filtro de la naturaleza humana. Esa es una de las muchas razones, como veremos, por las que oramos "en el nombre de Jesús". A través de Cristo, la oración se convierte en lo que el reformista escocés John Knox llamó "una conversación sincera y familiar", y Juan Calvino llamó una "conversación íntima" de los creyentes con Dios, o en otra ocasión "una comunión del hombre con Dios", una interacción de doble vía. “porque por medio de Él (Cristo). . . tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.” (Efesios 2:18).

Extracto de la oración de Timothy Keller
Reimpreso por acuerdo con Dutton, miembro de Penguin Group (USA) LLC, A Penguin Random House Company. Derechos de autor © 2014 por Timothy Keller