Oración: Un devocional de 14 días por Tim KellerMuestra
Jesús es el mediador entre nosotros y Dios (1 Timoteo 2:5; Hebreos 8:6; 12:24). Todas las naciones y culturas antiguas tenían templos, porque los seres humanos sabían innatamente que había una brecha, un abismo, entre nosotros y lo divino. Dios es grande y nosotros pequeños. Dios es perfecto y nosotros imperfectos. Los templos era donde se hacía el esfuerzo de tender un puente para cerrar la brecha. Se hacían sacrificios y ofrendas, los "mediadores" profesionales (sacerdotes) observaban rituales para acercar la divinidad. Se entendía que todos los esfuerzos eran fragmentos parciales. Ninguna religión aseguraba que la brecha podía ser cerrada.
Por ejemplo, Aristóteles decía que mientras era posible venerar y apaciguar a los dioses, una amistad íntima con un dios era imposible. El filósofo razonaba que la amistad requiere que ambas partes compartan en común como iguales. Deben ser similares. Pero como Dios es infinitamente mayor que los seres humanos: "la posibilidad de amistad cesa."
Ahora, sin embargo, tenemos el mediador definitivo y un sumo sacerdote (Heb 4:14 –15). Él elimina la brecha para que podamos conocer a Dios como amigo (cf. Ex 33:11). Es porque el Hijo de Dios "debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo" (Heb 2:17). Y porque "no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que . . . fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado", que podemos "acercarnos confiadamente al trono de la gracia” (Heb 4:15–16).
Esta sería una afirmación que Aristóteles, y por supuesto, todos los demás filósofos y maestros religiosos del mundo, hallaría indignante. ¿Cómo podría ser Dios nuestro amigo íntimo? ¿Cómo podríamos acercarnos a Él confiadamente? Es porque Dios se hizo como nosotros, tan mortal y sujeto a sufrir y a morir como nosotros. Lo hizo para que pudiéramos ser perdonados y justificados por fe no por nuestros esfuerzos y méritos. Es por eso que podemos acercarnos.
Extracto de una oración por Timothy Keller
Reimpreso en colaboración con Dutton, un miembro de Penguin Group (USA) LLC, una Compañía de Penguin Random House. Copyright © 2014 por Timothy Keller
Por ejemplo, Aristóteles decía que mientras era posible venerar y apaciguar a los dioses, una amistad íntima con un dios era imposible. El filósofo razonaba que la amistad requiere que ambas partes compartan en común como iguales. Deben ser similares. Pero como Dios es infinitamente mayor que los seres humanos: "la posibilidad de amistad cesa."
Ahora, sin embargo, tenemos el mediador definitivo y un sumo sacerdote (Heb 4:14 –15). Él elimina la brecha para que podamos conocer a Dios como amigo (cf. Ex 33:11). Es porque el Hijo de Dios "debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo" (Heb 2:17). Y porque "no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que . . . fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado", que podemos "acercarnos confiadamente al trono de la gracia” (Heb 4:15–16).
Esta sería una afirmación que Aristóteles, y por supuesto, todos los demás filósofos y maestros religiosos del mundo, hallaría indignante. ¿Cómo podría ser Dios nuestro amigo íntimo? ¿Cómo podríamos acercarnos a Él confiadamente? Es porque Dios se hizo como nosotros, tan mortal y sujeto a sufrir y a morir como nosotros. Lo hizo para que pudiéramos ser perdonados y justificados por fe no por nuestros esfuerzos y méritos. Es por eso que podemos acercarnos.
Extracto de una oración por Timothy Keller
Reimpreso en colaboración con Dutton, un miembro de Penguin Group (USA) LLC, una Compañía de Penguin Random House. Copyright © 2014 por Timothy Keller
Acerca de este Plan
De los autores más vendidos del New York Times, el famoso pastor Timothy Keller, explora el poder de la oración, y cómo los lectores pueden hacer de la oración algo más personal y poderoso, creando una conexión más profunda con Dios.
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Queremos agradecer a Dutton, miembro de Penguin Random House, por proveer este Plan. Para más información por favor visita: www.TimothyKeller.com