Todo lleva al ahoraMuestra

Conversaciones de corazón a corazón

En cierto momento me estaba sintiendo desanimado. Parecía como si estuviera colgando del borde de un acantilado que estaba creciendo en altura. ¿Mi crecimiento personal iba al paso de mis crecientes responsabilidades diarias? ¡Yo estaba viviendo un sueño! Pero también temía que se pudiera convertir en una caída libre en cualquier momento. Incluso estaba un poco preocupado de que el mismo Dios pudiera sabotearlo todo, solo para «enseñarme algo».

Un amigo me recordó todo lo que Dios había hecho en mi vida para traerme hasta este punto. ¿Por qué Él sería ahora el motivo de mi caída? «Gregg —me dijo—, hasta aquí la historia ha sido bastante buena; Él no te va a fallar ahora». Yo necesitaba escucharlo. Una conversación de corazón a corazón con un amigo puede mantenerte en el camino correcto.

Si vamos a ver hacia atrás, necesitamos poner los ojos en Él. Reflexionar en todo lo que Dios ha hecho, fortalece nuestra fe en que Él es capaz de llevarnos al paso siguiente. Nuestra fe es débil y olvidadiza, así que necesitamos recordar que Él nos está dirigiendo. Podemos confiar en Él más que en las cosas familiares de nuestro pasado o en las cosas atemorizantes de nuestro futuro. La fe radical nos llevará más lejos que el temor irracional; el temor paraliza, pero la fe energiza.

El temor irracional puede golpear a cualquiera, en cualquier momento. El ejército enemigo podrá parecer numeroso, y el mar podrá parecer profundo, pero hemos visto la mano de Dios. Permite que la obra del Señor en tu pasado te impulse en el presente. Toma el siguiente paso hacia adelante en fe. A pesar de que tus pies se mojen en el mar, Él va a partir las olas en el momento exacto. La voluntad de Dios siempre tiene el poder de Dios y su tiempo. Él está contando una historia con tu vida que brilla con su gloria, no con la tuya. Su nombre es el que está en riesgo, no el tuyo; y Él siempre protege su nombre.

En un lugar junto al mar, está puesto el escenario para otra exhibición de fe entre Dios y Faraón. El ejército egipcio está persiguiendo a los hombres libres de Dios. No tienen adónde ir. El mar está frente a ellos y un poderoso ejército detrás. Es momento de que Dios se manifieste, y Él lo hace en una manera GRANDE.