Todo lleva al ahoraMuestra

Cerramos y continuamos

Hemos viajado con Moisés a través de los primeros capítulos del Éxodo y hemos descubierto algunos principios valiosos. El viaje no ha sido solo para descubrir la voluntad de Dios para nuestra vida, sino también para descubrir al Dios de la voluntad de Dios.

Nuestra búsqueda estratégicamente concluye con el cruce del Mar Rojo, cuando el Señor desató su gran poder y llenó a su pueblo de su temor y de confianza en Él. Pero hay mucho más en la vida de Moisés. Sigue leyendo el libro del Éxodo y busca la mano de Dios en acción a lo largo del camino.

También hay mucho más para ti. Nos hemos detenido a la mitad del mar en la vida de Moisés para decir simbólicamente que tu vida también continúa. Si Dios quiere, te quedan varios años por delante, con miles de bifurcaciones en el camino. Sigue caminando en fe y confiando en Él para dirección. Dios te va a guiar como a Moisés. No va a ser con una columna de nube o fuego, sino que va a ser con el susurro de una brisa apacible y eficaz. Escuchar a Dios, y responder: «¡Sí!», es la mayor alegría de la vida. El gran poder de Cristo en ti cobra vida mientras la voluntad de Dios se despliega delante de ti. Qué pensamiento de que un pastor, en medio de la nada, con un crimen pendiente en su pasado, pudiera convertirse en el Moisés que recordamos ahora, mediante simple y consistentemente decirle que sí a Dios.

El deseo de Dios de llevar a una persona de «deambulante» a «llamada» todavía existe. Él quiere tomar personas que se sienten inútiles y hacer que sean conocidas por su utilidad. Él puede hacer librar a una persona de una cadena de malas decisiones para ser apreciada como la más sabia de su edad.

Jesús es un estudiante de excelencia en la clase de cambios en la vida y tiene todo doctorado posible en liderazgo. Diariamente, debemos abrazar la dirección del Señor. Solamente entonces, la maravillosa combinación de conocer a Dios y conocer su voluntad se juntarán en una manera sinérgica. Haz que tu ambición y que tu aspiración sean conocer a Cristo; entonces, su voluntad se volverá el resultado natural. Busca primero su reino y su justicia, y todas estas cosas te serán añadidas.

¡Encuentra la voluntad de Dios! Búscalo, conócelo, da el siguiente paso.

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