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Descanso

Algunos de nosotros no descansamos porque no nos damos cuenta de que el Sabbat no es un día; es una persona. El Sabbat es Jesús. Él es tu reposo. Aprende a descansar en Su obra a tu favor. La obra de Jesús fue perfecta porque Él descansó todo el tiempo que trabajó durante Su vida terrenal. Él descansaba en lo que el Padre decía acerca de Él.

Jesús nunca hizo algún trabajo para ser aceptado. Jesús hizo toda Su obra porque Él fue aceptado. Él quiere que entres en ese reposo afirmando que el Padre te ama en Jesucristo, quien murió para el perdón de tus pecados, incluyendo todas las formas en que has vivido sin descanso y has ido a lugares equivocados para encontrar reposo. Jesús murió para que pudieras descansar en Su obra en tu favor, sabiendo que el Padre dice sobre ti en Jesús: “Este es Mi hijo amado, en quien me complazco".

Jesús ha logrado más para tu vida y tu alma de lo que podrías planificar o trabajar. Toma un momento para descansar en esa verdad.

La necesidad más profunda de todo corazón humano es estar en reposo con Dios. El descanso que anhelamos nos ha sido dado a través del poder restaurador del Evangelio. Dios te ha resucitado a una nueva vida en Jesús y te ha sentado a Su diestra (mira Efesios 2:1-10). Tú estás desde ahora y para siempre vivo con Cristo. Por lo tanto, Jesús se ha convertido en tu reposo (mira Hebreos 4:9-10). El Salmo 126 puede ser tu oración y tu canción porque tu alma está en reposo con Dios.