Principios bíblicos para prosperar en el emprendimientoEjemplo

Da pasos, no saltos

Normalmente Dios nos guía mediante pasos, no saltos (Salmo 37:23  NVI). Él ha ungido pasos para que sigas la idea del negocio que te ha dado. 

Cuando tengas una idea de Dios para un negocio, no pienses en cómo ganar un millón de dólares. Si haces eso, te frustrarás y abandonarás. 

En su lugar, concéntrate en dar un paso a la vez. Los pasos son factibles; están al alcance de la mano y no complicarán en exceso tu negocio ni tu mente. 

 ¿Es esto una falta de fe o no es lo suficientemente ambicioso?

 Bueno, cuando Dios creó los cielos y la tierra en el primer día, solo hizo una cosa. En el segundo día, hizo algunas cosas más, y en el proceso de una semana, todo fue hecho.

¿Por qué Dios no lo hizo en un solo día? Creo que lo hizo así porque es un Dios de pasos, no de saltos; y nos estaba mostrando un modelo a seguir para crear cosas. Tu negocio crecerá paso a paso; no te apresures.

Cuando te apresuras, cometes errores, te frustras con la enormidad del objetivo, y entonces abandonas. 

 Así pues, el tercer principio para prosperar en el mundo empresarial es dar pasos, no saltos.