Un discipulado trascendenteMuestra
Discipulado es un rendimiento absoluto
El llamamiento de Cristo al discipulado, es un llamado a la muerte a uno mismo, un rendimiento absoluto a Dios. Jesús dijo: Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Quien quiera salvar su vida la perderá; el que pierda su vida por mi causa, la salvará.
Desde la perspectiva del mundo, la sencillez del llamamiento de Cristo a seguirlo, luce exagerada. Hoy en día, si alguien quisiera «vender» un estilo de vida tan exigente, un compromiso tan radical y absorbente, probablemente contrataría la firma publicitaria de mayor prestigio para que describiera detalladamente, en un folleto a todo color, los beneficios de tal decisión. O utilizaría a la actriz más fascinante y de más renombre; la rodearía de las bellezas más atractivas en un espectáculo donde apareciera mostrando en la forma más convincente el gozo y las delicias de la nueva vida. Entonces, lo presentaría a la mitad del programa de televisión con mayor audiencia en el país.
Pero Jesús es claro y definido, para compartir su gloria, primeramente hay que compartir su muerte. Jesús es Señor de señores y Rey de reyes, y el Señor del universo ordena que cada persona le siga. Su llamado a Pedro y Andrés, a Santiago y a Juan, era un mandamiento: «Sígueme», esto ha sido siempre una orden, nunca una sugerencia. Jesús nunca le rogó a alguien para que lo siguiera. Él era de una rectitud desconcertante. Confrontó a la mujer del pozo con su adulterio, a Nicodemo con su orgullo intelectual y a los fariseos con su justicia propia. Nadie puede interpretar la frase, Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado, como un opción o sugerencia.
Jesús, ordenó a cada persona renunciar a sus objetivos personales, abandonar sus pecados y obedecerlo completamente. Cuando el joven rico rehusó vender todo y seguirlo, Jesús no corrió detrás de él tratando de negociar un acuerdo, Él nunca rebajó sus normas. Simplemente dijo: Si alguno me sirve, sígame… Jesús esperaba obediencia inmediata. No aceptaba excusas. Cuando un hombre quiso sepultar a su padre antes de seguirlo, le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.
Ninguna persona recibió alabanzas por obedecer el mandamiento de Cristo a seguirlo y ser su discípulo, era de esperarse. Jesús dijo: Cuando hayan hecho todo lo que les ha sido ordenado, digan: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Acerca de este Plan
Un complemento del devocional «Importancia de discipulado en el reino», en el cual el autor nos ilustra un panorama de qué es, y cómo operar con el discipulado; para ser trascendentes en todo lo que se haga como iglesia. ¡El discipulado es un gozo, y no una carga! Es cuidar y desarrollar el tesoro que es la fuerza salvadora del misterio escondido en Cristo, pero que la gracia del Padre inserta en nosotros por acción del Espíritu.
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Nos gustaría agradecer a Basilio Patiño, de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información sobre estas organizaciones, visite http://www.redrema.org y http://www.elcentronetwork.com