La ley del reino: amar al prójimoMuestra
¿Qué mensaje debes dar?
¿Entendemos eso? Jonás decía: ¡voy a quedar mal! Si yo digo que se va a destruir es porque se va a destruir. Pero yo sé que si les digo que se va a destruir, ellos se arrepienten, y Dios que es misericordioso los va a perdonar, y yo voy a quedar como mentiroso, mejor no voy. Era más importante su reputación que lo que Dios quería. ¿Cuánta gente hay que no se atreve a hablar con cierto tipo de gente, porque cuida mucho su reputación? Jonás amaba más su religión que a Dios, ese es el problema de la religión, las personas religiosas aman más su religión que a Dios.
El hombre que se acercó a Jesús y le pregunto cuál era el mandamiento más grande, amaba más su religión que a Dios; y el primer mandamiento era amar a Dios sobre todas las cosas; pero la religión hace que amen más su condición que a Dios.
En las leyes del reino es necesario entender el orden correcto, aquí no se trata de una religión, ni, a qué denominación debas pertenecer, se trata de que vivas las leyes del reino que van a producir un fruto en tu vida.
«Gracias a Dios, no somos como Jonás, ese desobediente, que ponía sus intereses, antes que los propósitos de Dios», es un pensamiento religioso. Sigamos analizando. ¿Qué sucedió con Jonás? Dice la historia bíblica, que Jonás fue tragado por un gran pez, cuando huía de Dios y allí, en esa condición, reconoce su equivocación, en consecuencia el gran pez lo saca y lo tira a la orilla del mar. Ahora encontramos a un predicador mojado y pegajoso, porque los jugos gástricos del pez comenzaron a hacer su trabajo; un predicador con ese aspecto trata de predicar, para que la gente se arrepienta. El predicador comparte el mensaje de Dios, y no el suyo propio, a pesar de tener ese aspecto repulsivo, la gente se arrepiente. Eso es lo grandioso de Dios, que no es la grandeza del mensajero lo que produce un cambio; es el mensaje de Dios lo que produce un cambio en el corazón de la gente.
Escrituras
Acerca de este Plan
Es fácil amar a los que nos aman, es relativamente fácil amar a alguien que vemos que tiene una necesidad y que podemos ayudar en ese momento, pero, amar a nuestros enemigos, eso ya es demasiado. Eso va más allá de las leyes «normales» del «mundo normal» en el que vivimos, y es cierto, las leyes del reino no son naturales, son ¡sobrenaturales! Pero la ley del amor, es una ley del reino que los hijos de Dios necesitamos conocer y vivir.
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Queremos agradecer a Gerardo Cárdenas, pastor de la iglesia El Centro Cristiano Alfa y Omega en Houston y The Woodlands Center en The Woodlands, Texas, en acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea saber más sobre estas organizaciones, visite http://www.enelcentro.org y http://www.elcentronetwork.com