Respuestas a la ansiedadMuestra

Responder adecuadamente a la ansiedad requiere trabajo

Sí, la respuesta a la ansiedad parece demasiado simple, pero la aplicación de esa respuesta requiere de trabajo duro: la santificación. Cuando estamos agobiados por un corazón ansioso, trabajar es lo último que queremos. Deseamos descansar, no trabajar. Pero cualquier otra forma de describir el camino a esta solución, sería deshonesto.

Dios obra en su pueblo al transformarnos a la imagen de su Hijo. Esto incluye lo que sucede en nuestras mentes y corazones. Por lo tanto, no podemos simplemente reconocer que nuestra necesidad es la humildad, y que la humildad pone sus ansiedades en Dios. Debemos preguntar: ¿cómo se hace eso?, y, ¿lo estamos poniendo en práctica?

Tal vez el Señor nos muestre áreas en nuestras vidas donde no estábamos conscientes del orgullo. Podemos tener una idea de por qué nuestros corazones están llenos de problemas. La buena noticia, es que en el mismo lugar donde nos da la respuesta a la ansiedad, también nos proporciona una idea de lo que significa humillarnos ante el Señor.

Un área que a menudo los creyentes luchan para manifestar humildad, es tener una relación correcta con la autoridad. Pedro, habla específicamente a los que son más jóvenes, ya que los ancianos en la iglesia suelen ser más viejos que la mayoría de la congregación. Los jóvenes a menudo se irritan ante la autoridad. Es por eso que se alienta a los hombres jóvenes (especialmente) a someterse a los ancianos.

Esa es una expresión de humildad. La sumisión a la autoridad humana, reconoce que en dicha autoridad encuentras la poderosa mano de Dios. El libro de Romanos nos dice que las autoridades existentes han sido ordenadas por Dios.

¿Crees que se debe confiar en Dios cuando Él nos dice en su Palabra que Él ordenó las estructuras de la autoridad humana y que Él está obrando a través de ellas? ¿Crees que incluso, cuando tenemos una autoridad injusta sobre nosotros, todavía debemos ser personas sumisas, en la medida de lo posible? ¡¿Cuántas preocupaciones de las personas desaparecerían, si realmente creyeran que Dios está obrando en sus vidas a través de la persona que está sobre ellos ahora mismo en una posición de autoridad?!

De manera similar, multitud de preocupaciones desaparecerían en las vidas de las personas con autoridad, si se dijeran a sí mismos: «Señor, Tú has ordenado que yo dirija a este pueblo. Soy responsable de honrarte y glorificarte en la forma en que los dirijo. Y Señor, si he puesto todo de mi parte para hacer lo mejor posible, eso es todo lo que puedo hacer».

De tal manera que, someterse a la autoridad es una expresión de humildad; una visión y uso apropiado de la autoridad, es una expresión de humildad.