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El mayor logro de Andrew Jackson

Andrew Jackson era un guerrero feroz. Peleó en la Guerra Revolucionaria cuando era joven, luchó contra los nativos americanos en Tennessee, llevó a los soldados a la batalla y fue un héroe militar en la batalla en Nueva Orleans. Se convertiría en senador y presidente de los Estados Unidos. Era un hombre duro, feroz y formidable.

Y sin embargo, Jackson tuvo la relación más tierna y amorosa con su esposa, Raquel. Él era devoto de ella. Cada vez que él estaba fuera de casa, la echaba terriblemente de menos. Le escribió las más tiernas cartas de amor.

Uno de los biógrafos de Jackson, H.W. Brands, escribió en The People's President que eran almas gemelas: «Su afecto mutuo era del tipo más tierno... El General siempre la trató, como si fuera su orgullo y gloria, y las palabras de ella, pueden describir levemente su devoción por él».

Cuando Rachel murió, «un amigo recordó que la abrazó con tanta fuerza después de la muerte, que tuvo que sacar el cuerpo de sus brazos para prepararlo para el entierro. Otro recordó que parecía veinte años mayor en una noche».

Andrew Jackson, fue increíblemente exitoso: héroe militar, senador de los Estados Unidos, presidente y uno de los hombres más famosos de Norte América. Pero no tengo dudas de que lo más destacado de su vida fue su tierna y amorosa relación con su esposa. Andrew Jackson entendió la prioridad, la urgencia y la belleza, de un esposo que ama a su esposa.

Este es el llamado de Dios a cada esposo. Ámala, ámala, ámala.