Principios de la Palabra de Dios para el manejo del tiempoMuestra
Solo diga que no
Cuando Marcos abre su cuenta del ministerio de Jesús, él presenta al Salvador en un mar de sanación, expulsando demonios a un hombre en la sinagoga y sanando a la suegra de Pedro en su casa en Capernaum. Esa misma tarde, el pueblo trajo ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados. Toda la ciudad se reunió en la puerta y Jesús sanó a muchos.
Como era de esperar, a la mañana siguiente los discípulos se apresuraron a Jesús y dijeron:¡Todos te están buscando! Claramente, el pueblo había obtenido brisa de los poderes milagrosos de Jesús para sanar y deseaban un segundo día. Pero Jesús dijo que no. Lo que probablemente sorprendió a los discípulos. Jesús dijo: "Sigamos hacia las aldeas cercanas que debo predicar allí también. Para este propósito he venido.
Esta es la primera, pero no la última vez que escuchamos a Jesús pronunciar la palabra No, en los Evangelios. ¿Por qué Jesús dijo No? Claramente Él tenía el poder de sanar más personas. Claramente Él tenía el deseo de aliviar el dolor en la vida de estas personas. Pero, aunque Jesús pudo haber deseado sanar más personas, Él sabía que tenía un tiempo limitado en la Tierra para cumplir Su propósito. Jesús no vino al mundo solo a sanar y revelar Su identidad. Él vino a predicar sobre el Evangelio en preparación para la Pasión que Él realizaría en la cruz. Jesús estaba muy claro en Su propósito y esto le permitió decir No a cosas buenas para enfocarse en lo esencial que Él vino a hacer en el mundo.
Si Jesús no podía decir que sí a todo, nosotros tampoco podemos. Usted y yo tenemos tiempo y recursos limitados. Para que nos rinda el tiempo que nos resta, es vital que tengamos muy en claro esto y establecer el hábito de decir No a oportunidades, incluso algunas muy buenas, que podrían distraernos de nuestra misión esencial.
¡Recuerde, usted está vivo por un propósito! Oro que las Escrituras que hemos explorado en los pasados días nos desafíen a ser más sabios sobre cómo utilizamos el tiempo que nos queda en el mundo, usando las horas finales para amar a Dios, amar al prójimo y hacer discípulos de Jesucristo a través de nuestras vidas y nuestro trabajo.
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Escrituras
Acerca de este Plan
¿Se frustra porque el día sólo posee 24 horas? ¿Abrumado por la cantidad de proyectos en su lista de tareas? Cansado de sentirse agotado, y no tener tiempo suficiente que invertir en la Palabra de Dios, en su familia y amigos? Esta puede ser una de las luchas más comunes en el mundo. La buena noticia es que la Biblia ofrece principios claros para manejar bien nuestro tiempo. ¡Este Plan le mostrará acerca de esas Escrituras y le brindará consejos muy prácticos sobre cómo aprovechar al máximo el tiempo que le queda en esta vida!
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