Principios de la Palabra de Dios para el manejo del tiempoMuestra

Establezca límites

A lo largo de los Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan notamos que en repetidas ocasiones Jesús paso una cantidad de veces en soledad --lejos de los discípulos, las multitudes, y de lo ajetreado de Su ministerio. El hecho de que se mencione este comportamiento nos sugiere que Jesús era un especialista en poner límites con Su tiempo. De la misma manera, si nosotros administramos eficazmente nuestro tiempo para hacer grandes contribuciones al mundo, debemos establecer limites claros en nuestra agenda.

Al igual que Jesús, debemos comenzar por dedicar un tiempo de oración de manera constante (Marcos1:35) y al estudio de la Palabra de Dios. Muchos de nosotros estamos acostumbrados a diezmar de nuestro dinero; pero ¿qué de diezmar nuestro tiempo? Si llenamos nuestra agenda con las demandas del trabajo y de la casa y luegointentamos encontrar un tiempo para la oración y del estudio de la Escritura nos estamos poniendo una trampa para el fracaso. Antes de que vaya mas lejos con este estudio, tome un tiempo para determinar el tiempo que va a diezmar exclusivamente para la oración y estudio de la Palabra cada día.

Ya que tengas claro los limites en su agenda para las disciplinas espirituales, puede ser de gran ayuda que tenga una misma actitud en cuanto a administrar su tiempo en casa y en el trabajo. Para mí, el tener una rutina regular me ayuda a tener un balance entre mi vida y mi trabajo. Casi todos los días me dirijo a la oficina a las 4:45 a.m. y llego a casa a las 4 p.m. Este horario predecible me brinda límites claros en los cuales me obligo a concentrarme en mi trabajo. ¿Termino siempre mi trabajo? Claro que no. Pero, ¿terminaría si trabajara hasta las 5:00, 6:00 o 10:00? No existe tal cosa como que esté terminado. Establecer una linea fuerte en mi agenda para el final de mi día en la oficina me asegura que tendré tiempo suficiente para pasar con mi esposa, mis hijos y la iglesia.

Si no se toma el tiempo para poner límites en su agenda, alguien más lo hará. Si no ha seguido la enseñanza de Jesús y no ha establecido límites con su tiempo, este es el primer paso para que tenga el control de su agenda y administrar bien su tiempo.