Principios de la Palabra de Dios para el manejo del tiempoMuestra

Plan diario

No es ningún secreto que para tener éxito con sus finanzas, debe planificar dónde gastará su dinero antes de que acabe en su cuenta bancaria. Debemos tomar el mismo enfoque disciplinado de nuestro tiempo. Después de todo, a diferencia del dinero, no podemos ganar más tiempo, por lo que deberíamos estar aún más inclinados a presupuestar nuestras horas que nuestro dinero.

Si siguió el ejemplo de Jesús en el segundo día de este Plan de lectura, debe tener límites claros que indiquen cuánto tiempo ha dedicado a ser productivo en un día determinado. Con estos límites establecidos, sus compromisos recopilados y sus pocos proyectos y tareas esenciales identificados, es hora de entrar en un modo de planificación más detallado, determinando cómo usted pasará cada hora de cada día. Me encantan las palabras de Jesús en Lucas 14:28: "¿Para cuál de vosotros, queriendo construir una torre, no se sienta primero y calcula el costo para ver si tiene suficiente para completarla?". La forma en que "calculamos el costo" de nuestras actividades productivas es presupuestar nuestro tiempo, asegurando que tenemos "suficiente para completar" las cosas con las que nos hemos comprometido.

Entonces, ¿qué aspecto tiene esto prácticamente? Para mí, dedico los últimos 30 minutos de cada día de trabajo a identificar las tareas y proyectos más esenciales que quiero lograr al día siguiente, y planifico cómo distribuiré mi tiempo para lograr esas cosas y todo lo demás en mi calendario. De esta manera, cuando me siento a mi escritorio a la mañana siguiente, no tengo que desperdiciar energía mental valiosa pensando en lo que haré a continuación. Las decisiones han sido tomadas. Ahora todo lo que tengo que hacer es ejecutar.

A lo largo de Proverbios, Dios revela la sabiduría de planificar de manera conservadora cómo gastar nuestro tiempo y dinero. Al planificar sus días, tenga la intención de subestimar lo que puede lograr en un período de 24 horas. La naturaleza humana es sobreestimar lo que podemos lograr en un período de tiempo dado. El simple hecho de ser consciente de esto lo ayudará a tomar decisiones más acertadas al planificar su tiempo. Es mucho mejor terminar el día con un tiempo libre inesperado que no lograr lo que se propuso.

Recuerde la advertencia de Jesús en Lucas 14: 29-30: "Porque si cimientan y no pueden terminarla, cualquiera que la vea lo ridiculizará, diciendo: 'Esta persona comenzó a construir y no fue capaz de terminar". No hacer lo que decimos que haremos es perjudicial para nuestro testimonio en un mundo perdido. Planifique bien su tiempo para asegurarse de que pueda terminar lo que se ha comprometido a comenzar.