Somos Mayordomos Muestra

Vuela con águilas

El principio de dar, de crear riquezas para Dios y ejercer una buena mayordomía, se hace entendiendo algunas cosas básicas del mundo de los negocios. 

Cambia la perspectiva de tu trabajo. El trabajo es una bendición y no una maldición. Te animo, a que te despiertes temprano cada mañana y digas, «gracias Señor porque tengo trabajo por medio del cual tú vas a suplir mis necesidades. Gracias porque puedo ser alguien que produce riquezas para ti.» Así que, para crear riquezas, primero tienes que cambiar la perspectiva de tu trabajo. Trabajar es una bendición.

Aprende, y si no sabes cómo hacerlo, pregunta. Aprende a hacer un presupuesto, por ejemplo. Un presupuesto es ordenar tus finanzas en papel para saber cuánto percibes o ganas y cuánto puedes gastar. Si necesitas ayuda, pídela. Yo declaro que vas a aprender a hacer un presupuesto. 

Rodéate de gente correcta. La gente que vuela alto como las águilas, te animan a volar con ellos. Yo no he llegado a ser el águila que quiero ser, pero me estoy alineando con águilas que vuelan alto para llegar a ser como ellos. Recuerda que el acero forja acero. 

Entiende que eres cabeza y no cola. Si hoy por hoy no eres el jefe en el lugar donde trabajas, tienes que ponerle todo el empeño a lo que haces, para que la gente se pregunte qué es lo que hay en ti, que te hace trabajar con excelencia; porque incluso llegas más temprano que el jefe. ¿A quién crees que van a nombrar como el siguiente gerente cuando estén buscando uno? Te dirán, «hemos visto que eres fiel allí donde estás, así que queremos que ahora hagas este trabajo con más responsabilidades y mejor sueldo». 

Prepara un plan. Sueña en grande y escribe tus sueños. A mí me encanta escribir, dentro su gracia, Dios ha permitido que algunos de mis sueños se conviertan realidad. Yo no dejo de soñar. Sigue escribiendo y compartiendo tus sueños, quizás alguien que escuche tu sueño, corra con él y diga, «quiero invertir contigo, porque me encantan tus planes». 

Oremos

Te doy gracias Señor porque tu Palabra nunca regresa a ti vacía y porque dentro de tus capacidades nos has permitido a cada uno poder crear. Te pido Espíritu Santo, que comiences a poner creatividad en las mentes y les muestres los mejores planes de negocios para crear riquezas para Dios. Sé que los mejores negocios aún están por verse, las mejores canciones aún están por ser escritas. Enséñanos a ser mejores mayordomos; a entender que tu voluntad es que no estemos endeudados, sino que podamos dar a aquellos que lo necesitan. Enséñanos a poder producir para ti. Revoluciona nuestro presupuesto. Tu bendición Señor, está sobre cada persona que lee este plan. Nuestro tiempo, talento y tesoro son para ti Señor. Amén.