Somos Mayordomos Muestra
Las tres «Tes»
¿Qué perspectiva tienes de ti mismo, como te ves, qué opinas de ti? Todos tenemos estas tres Tes.
Tiempo: ¿para quién es tu tiempo? ¿Para ir a jugar básquet, para salir con los amigos a jugar dominó, para ver novelas? ¿Qué haces con tu tiempo? ¿A qué lo dedicas? Dale tu tiempo a Dios, no para que estés hablando de Cristo todo el día, pero para que puedas estar produciendo para Él y para su reino. Todos tenemos tiempo. ¿Cómo lo manejas? Yo decido que mi tiempo es de Dios, es de mi familia, y es para mis negocios, porque mis negocios son de Dios. Quiero producir más para Él.
Talento: todos tenemos un talento. Si tú se lo dedicas a Dios, algo positivo va a surgir de ese talento. Lo vas a poder alinear al propósito de Dios y va a dar fruto en su tiempo. Esto que yo hago de los negocios, lo he estado haciendo por quince años; no fue de la noche a la mañana. Los negocios, muchas veces han sido dolores de cabeza, pero han valido la pena, porque al final viene la recompensa. Y para mí, el dar es un gran gozo.
Tesoro: todos tenemos un tesoro. Quizás tu tesoro no es muy grande, pero lo que importa es a quién le pertenece ese tesoro. Cuando te vayas, ¿a quién le van a quedar todos tus bienes? ¿Para quién será tu tesoro, tus graneros, tus ahorros sin importar su valor? No es si el activo tangible tiene valor o no, es que el activo tenga un dueño y ese dueño sea Dios. Ahí donde estás, entiende que todo lo que tienes es de Él; administra los bienes de la mejor manera para que Dios te siga bendiciendo. Tu perspectiva cambia cuando entregas todo a Dios, pues Él empieza a bendecir tus negocios.
Dios no necesita un voto de pobreza, y que digamos, «no, yo no puedo comprar tal carro, o tal reloj, o tal casa». Dios simplemente quiere que le des lo mejor, sea el tamaño de tu casa, la marca del carro que manejas, dale lo mismo. Invierte cantidades así, en las cosas que valgan la pena. Hay muchas organizaciones a las que puedes dar. Por ejemplo, el trabajo de la traducción de la Biblia, es importantísimo. Tú puedes invertir en la traducción de la Biblia, para que pueda llegar hasta lo último de la Tierra.
Todo tu tiempo, tu talento y tu tesoro, dedícalos a Dios; es lo que Él pide de ti y de mí.
Escrituras
Acerca de este Plan
Hay dos tipos de personas, el que hace riquezas para él mismo, y el que hace riquezas para Dios. ¿Qué tipo de persona quieres ser tú? En realidad, ¿Dios está en tus planes financieros? Te levantas cada mañana pensando, ¿cuánto voy a hacer hoy para dar más? O, ¿te levantas quejándote porque no tienes para pagar la renta? Hay una gran diferencia entre vernos como dueños de todo lo que tenemos, y sabernos mayordomos de lo Dios nos ha confiado.
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Nos gustaría agradecer a Por Víctor Cárdenas, basado en el libro «Tatuajes de por vida», en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://www.elcentronetwork.com