Sé Tú La AyudaMuestra

«Manos extendidas»

Como cristianos a menudo vemos a personas en necesidad y oramos para que Dios haga algo para ayudarlos. Sin embargo, a menudo no llevamos a cabo el plan que Dios tiene en realidad para nosotros. No sé lo que hizo Dios por mi bisabuela al ella ayudarme, pero sí sé que Él suplió todas sus necesidades durante toda su vida y que en estos momentos se encuentra feliz disfrutando ante Su presencia. 

Lo que también aprendí a través de mis propias experiencias es que en la medida en que he extendido mi mano para ayudar a otros, mis necesidades han sido llenadas —a menudo de manera inesperada. Dios es un gran Dios, y sí, Él es absolutamente capaz de que ocurra la provisión, sanidad, reconciliación, etc., con solamente decidirlo; pero en ocasiones nos quedamos estancados mirando hacia el cielo esperando que Su provisión caiga al punto que dejamos de mirar a nuestro alrededor para ver qué está tratando Él de mostrarnos a nuestros pies, en nuestras manos o en las manos que se encuentran extendidas hacia nosotros.

Dios puede proveer milagrosa y sobrenaturalmente pero muchas veces escoge hacerlo a través de nosotros, sus hijos e hijas. Muchas veces somos nosotros la respuesta a oraciones que Dios contesta, somos nosotros los milagros que Dios utiliza para manifestar su provisión, su amor, su gracia, su compasión. Nosotros hemos sido escogidos y llamados; somos el cuerpo de Cristo, sus manos y pies de ayuda y reflejo de su amor.