Sé Tú La AyudaMuestra
«A través de otros»
Cuando asistía a la universidad y me encontraba como se encuentran la gran mayoría de los estudiantes, con «dificultades económicas», mi bisabuela solía enviarme un pequeño cheque mensual. No era mucho dinero, pero la realidad es que hubo meses en que me hubiera sido imposible sostenerme a no haber sido por dichos regalos. Ella me decía que deseaba ayudarnos mientras yo estuviera estudiando. Mi esposo y yo estábamos trabajando, pero nuestros trabajos no nos permitían devengar un gran salario. Yo asistía a la universidad a tiempo completo y teníamos una bebé pequeña, nuestra hija mayor. La realidad es que financieramente no teníamos mucho con qué contar. Yo nunca le dije a ella que nos enfrentábamos a tiempos difíciles, pero ella lo sabía.
Los ingresos de mi bisabuela eran muy limitados ya que mi bisabuelo había fallecido. Yo sabía que el pequeño cheque que me enviaba representaba un gran sacrificio para ella. Así que después que terminé la universidad, la llamé y volví a explicarle a mi anciana bisabuela, de más de 80 años de edad, que ya había finalizado mis estudios, había comenzado un nuevo trabajo, que estaba muy agradecida de los cheques que me había estado enviando, y mientras intentaba decirle que no tenía que continuar haciéndolo, ella me interrumpió para decirme que iba a continuar porque estaba tratando de hacer lo que Dios deseaba que ella hiciera. Ella me dijo: «Todo el mundo necesita ayuda y Dios desea llenar nuestras necesidades, pero lo hace a través de otros».
Esta declaración ha permanecido en mi memoria a través de los años, según Dios me ha movido para ayudar a otros, en ocasiones financieramente, en otras con un oído presto para escuchar o con una mano extendida para ayudar.
Acerca de este Plan
No hace falta mirar muy lejos para encontrar una necesidad. ¿Cuántas veces se nos ha acercado alguien a pedirnos dinero o comida, o quizás alguien se haya acercado a pedirnos un consejo, o que le prestemos nuestros oídos o apoyo emocional? Estamos rodeados de necesidad física, financiera, emocional y espiritual. ¿Pero cuál ha sido nuestra reacción y actitud ante dichas solicitudes o demandas? ¿Cómo respondemos ante la necesidad de otros? Seguramente, como todo buen cristiano hemos ofrecido orar por la necesidad de otros, pero ¿cuántos de nosotros hemos extendido y abierto nuestras manos y hemos sido la ayuda que necesitan? En este plan de lectura miraremos cómo Dios nos ha llamado a hacer más que solo orar por otros, nos llama a ser nosotros la ayuda.
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Nos gustaría agradecer a Salomón Estrada y Diana García por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://iglesiadediosprofecia.org/