Dios, el Rey soberano

¿Quién es Dios? La Biblia presenta una descripción increíblemente grande y magnífica de Dios. Es tan grande que entender totalmente a Dios es una tarea fuera de nuestra habilidad. Por lo tanto, aquí nos limitaremos a ver tres de los más grandes atributos de Dios:

• su inmensidad
• su autoridad total
• su comunicación con nosotros

Dios es el Ser supremo del universo

Dios es el Ser más grande, más fuerte y más poderoso de todo el universo. Es inmenso. Es extraordinario. Nosotros pensamos que somos grandes e importantes, pero comparado con Dios, no somos nada. 

Dios es el Ser supremo del universo porque:

1. Es tres en uno. Dios es un Ser compuesto de tres Seres. Dios es Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu.
2. Dios siempre ha existido y por siempre existirá. Dios es eterno. 
3. Dios es todopoderoso. Dios no tiene límites. Él es omnipresente (está en todo lugar en todo momento), omnisciente (Él sabe todo) y omnipotente (no hay nada que no puede hacer).

Dios es el Ser supremo del universo. Nada lo limita; es más grande que todos. Es único en su belleza, esplendor, poder y majestad.

Dios es el Rey del universo

Siendo el Ser supremo del universo, Dios reina soberanamente sobre todo; nada ocurre que Él no ordena; todo lo que Él desea llega a pasar; el mal opera en el mundo sólo con el permiso y bajo los límites que Él pone.

La historia de este mundo empieza con su creación por Dios. Dios es soberano sobre todo, porque Él hizo todo. Él gobierna toda su creación; determina todo lo que pasará; manda en asuntos grandes (como reinos, gobiernos, la naturaleza, etcétera), asuntos personales (es decir, las decisiones de cada persona) y en cosas pequeñas que parecen ser insignificantes (por ejemplo el lado del dado que cae arriba cuando la gente tira los dados). 

Dios es un Ser personal

Desde un principio, Dios el Rey todopoderoso ha deseado comunicarse con su creación. El Ser supremo del universo quiere ser el Padre personal de las personas que ha creado. En los tiempos antiguos, Dios hablaba directamente con ciertos hombres y mujeres e instituía el oficio de sacerdote para que su pueblo siempre tuviera acceso directo a Él. Luego, Dios el Hijo tomó forma de hombre y vivió en este mundo — entre su creación — , así abriendo aún más acceso a Dios el Padre. Ahora, en la Biblia, encontramos la palabra inspirada por Dios para toda persona en todo tiempo, a través del cual nos dice cómo llegar a conocerlo y a tener una relación personal con Él.

Cambiamos cuando conocemos a Dios

Cuando llegamos a conocer mejor a Dios, vemos a Dios por quién realmente es, y nos vemos a nosotros mismos por lo que realmente somos. Esto hace que nuestra vida tenga más sentido. Más pensamos que somos el centro de nuestro universo, menos sentido tiene nuestro mundo, porque vivir así es vivir con una realidad falsa. En cambio, más que ponemos a Dios en el centro de nuestro universo, y más que vivimos de acuerdo con esta realidad, mejor encaja todo en nuestra vida.