Cristo, el plato fuerte por excelencia Muestra
Diagnóstico: mala alimentación
Un nutricionista, es un profesional experto en alimentación, quien tiene la capacidad tanto de prevenir alguna enfermedad por malos hábitos alimenticios, como de diagnosticar aquellas que ya han avanzado en relación a estos.
En una primera consulta exploratoria, el nutricionista pregunta sobre el tipo de comida que solemos ingerir, la cantidad, la frecuencia y las horas de consumo. Las interrogantes son necesarias, para que el profesional de la alimentación pueda tener una idea más clara sobre lo que el paciente acostumbra comer. Luego de todo esto, de haber presencia de desorden alimenticio, viene el trabajo para poner orden. Es allí donde se nos dice lo que debemos dejar de comer y la dieta es cambiada por el experto.
Con esto en mente, ¿no creen que es urgente y necesario que haya en las congregaciones «nutricionistas espirituales», que orienten a los santos en qué deben comer a la hora de alimentarse espiritualmente?
Déjenme mostrarlo de la siguiente manera: ¿Comerían en cualquier restaurante, sin importar el nivel de salubridad? ¿Comerían una empanada de cualquier vendedor ambulante? Posiblemente no.
¿No les parece que deberíamos tener el mismo celo a la hora de recibir alimento de cualquier tipo de enseñanza? No se puede comer de todo plato, así, éste lleve el nombre de «evangelio».
Hoy día vemos, como muchos ministros, dan de comer cualquier cosa a los santos, sin percatarse del riesgo espiritual que esto puede causar. Se realizan cada semana congresos, retiros, talleres o encuentros alrededor del mundo cristiano, pero donde lamentablemente, Jesucristo no es el alimento fundamental.
Solo se usa el nombre de Cristo como relleno, para terminar una frase, pero no es la dieta principal en el menú. Y si Cristo no es el plato central, ¿qué come la gente? Quizás unos ingieren una porción de emoción, motivación, recreación, animación, tradiciones; y otros, rituales y costumbres evangélicas. Para ser honesto, eso no es el «pan» que descendió del cielo.
Personalmente tengo la oportunidad de viajar y predicar en diferentes lugares y he observado que en una conferencia suele haber cuatro o más expositores. Cada uno de ellos lleva una comida (prédica) diferente, preparada según su criterio y formación teológica, que más que sumar a la nutrición de los hijos, muchas veces les resta, causando malestares digestivos espirituales. Con profundo respeto, valoramos lo que estos hombres hicieron en su momento por la causa, pero nuestra gastronomía debe estar centrada en Cristo y no en los criterios de los hombres que han surgido.
Escrituras
Acerca de este Plan
El autor de éste devocional, hace un paralelo entre lo natural y lo espiritual, en cuanto a una sana y correcta alimentación y a los profesionales (nutricionistas) inmersos en el proceso. Un tema delicado, pero a su vez importante en la edificación de los santos, para llegar a la conclusión, que Cristo es nuestro plato fuerte por excelencia.
More
Nos gustaría agradecer a Uziel Reyes autor del libro "Lo que Cristo tenía en mente", en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.UzielReyes.com y http://www.elcentronetwork.com