Antiguo y NuevoMuestra

Ahora, elija sabiamente con quién se va a casar

Bueno, así fue entonces y ahora es así: ¿Qué dice Dios sobre las posibilidades de matrimonio en la época del Nuevo Pacto? Al contrario de lo que muchos en este país han creído durante siglos, no hay restricciones raciales respecto de los cónyuges en el Nuevo Testamento. Varios estados adoptaron leyes de mestizaje, pero esas leyes no salieron del Nuevo Testamento.

El capítulo 7 de 1 Corintios enseña que un cónyuge no creyente que llega a ser cristiano no tiene por eso el derecho de divorciarse del que sigue siendo incrédulo. La esperanza es que las palabras y el ejemplo de amor del nuevo creyente lleven al no creyente a escuchar la Palabra.

Pero la persona cristiana que decide casarse con alguien que no es creyente se expone a enormes riesgos. Esa persona se podría convertir en un ancla para el bote espiritual, arrastrándola al fondo, drenándole la energía espiritual, burlándose de su compromiso, añadiéndole oposición a una vida que ya tiene suficientes problemas. Este es el consejo de san Pablo: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos, porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión, la luz con las tinieblas? . . . ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente” (2 Corintios 6:14-16).

Escuche a su familia y a sus amigos cristianos. Piense antes de saltar.