Cantad a Jehová toda la tierra,
Proclamad de día en día su salvación.
Cantad entre las gentes su gloria,
Y en todos los pueblos sus maravillas.
Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza,
Y de ser temido sobre todos los dioses.
Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;
Mas Jehová hizo los cielos.
Alabanza y magnificencia delante de él;
Poder y alegría en su morada.
Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad a Jehová gloria y poder.
Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrenda, y venid delante de él;
Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad.
Temed en su presencia, toda la tierra;
El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.
Alégrense los cielos, y gócese la tierra,
Y digan en las naciones: Jehová reina.
Resuene el mar, y su plenitud;
Alégrese el campo, y todo lo que contiene.
Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová,
Porque viene a juzgar la tierra.
Aclamad a Jehová, porque él es bueno;
Porque su misericordia es eterna.
Y decid: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra;
Recógenos, y líbranos de las naciones,
Para que confesemos tu santo nombre,
Y nos gloriemos en tus alabanzas.
Bendito sea Jehová Dios de Israel,
De eternidad a eternidad.
Y dijo todo el pueblo, Amén, y alabó a Jehová.
Y dejó allí, delante del arca del pacto de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, cada cosa en su día; y a Obed-edom y a sus sesenta y ocho hermanos; y a Obed-edom hijo de Jedutún y a Hosa como porteros. Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón, para que sacrificasen continuamente, a mañana y tarde, holocaustos a Jehová en el altar del holocausto, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió a Israel; y con ellos a Hemán, a Jedutún y a los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia. Con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos para los que tocaban, y con otros instrumentos de música de Dios; y a los hijos de Jedutún para porteros.
Y todo el pueblo se fue cada uno a su casa; y David se volvió para bendecir su casa.