Libre de mí: por qué la vida es mejor cuando no se trata solo de tiMuestra
La alegría inesperada de morir a uno mismo
En los últimos años, cuando Dios amorosamente ha crucificado mi egoísmo, casi me parte en dos. Pero Dios no estaba interesado en adormecer mi dolor con palabras de aliento, incluso con palabras que eran verdaderas. En cambio, él estaba interesado en hacerme mejor, haciéndome completamente nuevo, y eso significaba matar las cosas dentro de mí que me enfermaban.
A Dios no le gustan los clichés que nos hacen sentir bien en el momento. No si evitan que muramos para que podamos vivir de verdad. Tampoco está interesado en reforzar el autoengaño permitiéndonos negar nuestra propia enfermedad. Dios quiere que veamos las partes de nosotros mismos que están rotas, para que aceptemos su sanidad en lugar de negar que la necesitamos.
Las inseguridades nos alimentan con mentiras sobre nosotros mismos y nuestro valor, pero también revelan verdades sobre nuestros ídolos, nuestro enfoque equivocado o nuestras prioridades equivocadas. La inseguridad es un signo de enfermedad espiritual, y hasta que podamos admitirlo y confesarlo, nunca abordaremos la fuente del dolor. Las palabras bonitas sobre nuestra pertenencia solo la ocultan por un tiempo.
En manos del Gran Médico, Dios puede usar el dolor y la inseguridad para nuestro beneficio. Él puede usarlos para humillarnos, enseñarnos, hacernos crecer. Nos muestra los ídolos que escondemos y nos los arranca de las manos cansadas.
Esas son las extrañas, sorprendentes e invertidas buenas noticias de Jesucristo. Cada vez que se sienta como un fracaso o un estafador, cada vez que se preocupe por no ser un buen padre o cónyuge, cada vez que tema no ser suficiente o no poder seguir el ritmo de todo, hay un sentido en el que Dios responde: “Sí, eso es cierto”. Y esto es, sorprendentemente, una buena noticia. Puedes ser un fracaso. Puedes ser "no suficiente". Y luego puedes dejar de intentar hacerte lo suficientemente grande o capaz para llevar el peso del mundo, porque Dios nunca te diseñó para hacerlo. Una vez que te das cuenta de eso, finalmente saboreas la libertad de no seguir tratando de ser lo que solo Dios puede ser.
El don de la pequeñez, de la humildad, de morir a uno mismo, viene en un paquete feo, pero el tesoro más hermoso está dentro.
¿Cuáles son las diferencias entre un enfoque mundano para un "verdadero yo" y un enfoque piadoso?
Para obtener más información sobre Libre de mí visite http://sheworships.com/free-of-me-book.
Escritura
Acerca de este Plan
He descubierto algo sorprendente: vivir para mí mismo es mucho trabajo. Centrarse en cómo ser el mejor “yo” suena liberador, pero en realidad es un peso aplastante, porque Dios nos llama a conocer el gozo de centrarnos primero en él. Espero que este vistazo a mi libro Free of Me resuena con tu propio deseo de dejarte ir y aferrarte a Dios. ¡Es donde encontramos la verdadera libertad!
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