Libre de mí: por qué la vida es mejor cuando no se trata solo de tiMuestra

Dejando atrás al Dios de la autoayuda

Si te sientes solo, ignorado o inseguro, podrías tener la tentación de adorar al dios de la autoayuda que muchos libros y oradores defienden. Este dios existe para hacerte sentir mejor contigo mismo. Este dios puede hacerte sentir especial. Este acercamiento a Dios es un reflejo de cómo la iglesia ha adoptado el lenguaje de nuestra cultura.

Lo interesante del enfoque cristiano de autoayuda es que es marcadamente diferente del de Dios. Considere la historia de Moisés, cuando Dios lo llamó para hablar con Faraón. Moisés se sintió inhibido por sus debilidades. No se sintió capaz de hablar con Faraón ni de sacar a los israelitas de Egipto, porque sólo vio sus descalificaciones. ¿Y cómo respondió Dios a la duda de Moisés? No dio una charla de ánimo de autoayuda. No afirmó el liderazgo de Moisés ni sus talentos o dones. No lo abrazó ni lo animó ni pronunció palabras de aliento sobre él.

Dios no hizo ninguna de esas cosas. En cambio, cambió de tema. Dios afirmó su propia fuerza, su propio liderazgo, su propio yo, porque el resultado nunca dependió de Moisés. Esta historia no se trataba de las fortalezas de Moisés. Moisés nunca tuvo la intención de ser el héroe. Solo Dios podía liberar a los israelitas de Egipto, por lo que dirigió el enfoque de Moisés nuevamente hacia él.

Dios respondió de manera similar cuando nombró a Jeremías, un profeta que se preocupaba por su juventud. “No sé hablar; Soy demasiado joven”, se preocupó (Jeremías 1:6), pero Dios no lo mimó ni lo adoró. En lugar de asegurarle a Jeremías que era talentoso para su edad, que tenía grandes habilidades de liderazgo y una personalidad maravillosa, Dios simplemente se afirmó a sí mismo: “No les tengas miedo, porque yo estoy contigo y te rescataré” (1: 8). Una vez más, Dios dirigió a su siervo de sus propias limitaciones y hacia el Dios sin límites.

A Dios le importan nuestras inseguridades, pero la diferencia entre un dios de autoayuda y el verdadero Dios vivo es el enfoque. El único Dios verdadero responde a nuestras inseguridades con garantías acerca de sí mismo. Al hacerlo, nos libera de la fuente de nuestra parálisis, desplazando nuestra mirada de los “no se puede” hacia Aquel que sí puede.

Considere una situación difícil en su vida en este momento. ¿Cómo sería considerar que superar esa situación tiene todo que ver con la fuerza de Dios y nada que ver con la tuya?

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