Libre de mí: por qué la vida es mejor cuando no se trata solo de tiMuestra
Los peligros de la gestión de imágenes
Nunca olvidaré a mi padre prediciendo que algún día sería demasiado genial para él. "¡De ninguna manera!" protesté. Tenía ocho años y pensaba que mis padres colgaban la luna. Siete años después, le demostré a mi papá que tenía razón al sentirme mortificado por lo que sea que mis padres hicieran.
La mayoría de nosotros superamos esta fase de nuestra adolescencia, pero no superamos la tendencia a controlar nuestra imagen. De hecho, a menudo se intensifica y se vuelve más destructivo en el matrimonio y la crianza de los hijos. Cuando nuestro cónyuge o nuestros hijos se vuelven extensiones de nosotros, se ven obligados a llevar una carga que nunca fue suya. Es una dinámica tóxica para las relaciones.
La gestión de imágenes es una de las formas en que tratamos a la familia como un espejo. En lugar de ver quiénes son, qué necesitan y cómo amarlos, vemos nuestras propias aspiraciones y miedos. A veces incluso terminamos usándolos para nuestro beneficio percibido.
Uno de los primeros pasos para evitar la gestión de imágenes es ponerle un nombre. Conocer este hábito es poderoso, porque comenzarás a reconocerlo cuando lo estés haciendo.
El propósito de tu familia no es hacerte sentir cómodo. Es liberarte para amar más a Dios y al mundo porque no podrías haberlo hecho solo. Como cristianos, ese es nuestro desafío y nuestro llamado. La familia nunca tuvo la intención de ser un peón en el juego de la gestión de imágenes, porque nunca tuvo la intención de tratarse de nosotros. Para nosotros, sí. Sobre nosotros, no. Cuando nuestras familias se tratan de amar a Dios y a los demás en lugar de mantener una imagen, o compararnos con los demás, o asegurarnos de que nuestros hijos se mantengan a la vanguardia, no tenemos que esforzarnos más. También libera a nuestros hijos de la carga del egoísmo impuesta por la sociedad. Cuando invitamos a los niños a un propósito mucho más grande que ellos mismos, la presión es mucho menor.
Hay un llamado más grande que la familia. La familia es buena y hermosa y ordenada por Dios, y puede ser parte de este llamado, pero nunca tuvo la intención de ser un fin en sí mismo. Esa misión, no nuestro matrimonio perfecto o hijos exitosos, es siempre más alta.
¿En qué áreas de su vida se siente más tentado a "manipular" la imagen de su apariencia: matrimonio, citas, amistad, trabajo, paternidad, redes sociales?
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Escritura
Acerca de este Plan
He descubierto algo sorprendente: vivir para mí mismo es mucho trabajo. Centrarse en cómo ser el mejor “yo” suena liberador, pero en realidad es un peso aplastante, porque Dios nos llama a conocer el gozo de centrarnos primero en él. Espero que este vistazo a mi libro Free of Me resuena con tu propio deseo de dejarte ir y aferrarte a Dios. ¡Es donde encontramos la verdadera libertad!
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