El Camino Del HéroeMuestra

Al igual que Isaí fue clave en el desarrollo y formación del carácter de David, hubo otras personas que sin duda, Dios usó para guiar y moldear a David hasta convertirse en el rey que llegó a ser. Estoy hablando de Samuel. Un profeta de Dios, alguien a quien Dios hablaba directamente y cuya responsabilidad era transmitir ese mensaje al pueblo, guiarlos y aconsejarlos siempre conforme a la voluntad de Dios. Pero Samuel también era humano, y por supuesto se dolió al ver que Saúl, la primera opción de Dios para reinar sobre Israel, se desviaba de la voluntad divina, y se dejaba llevar por sus impulsos, y su falta de humildad.

Además, cuando Dios envía a Samuel a buscar a un sustituto, él intenta encontrar alguien que se le parezca a Saúl: un guerrero, alguien valiente, y fuerte, un hombre que a primera vista intimida a los enemigos. Pero Dios le dice que eso no es lo que debe buscar, más bien debe fijarse en un corazón humilde, capaz de someterse a la voluntad de Dios. Y gracias a que Samuel también ha desarrollado un corazón así, es que puede escuchar la voz de Dios diciendo: “ese es”, cuando ve a David.

Y ahí es cuando David aparece en escena. El camino del héroe continúa cuando alguien que no tiene todo lo necesario, aparentemente, para triunfar, para destacar, para guiar a otros a la victoria, pero sin embargo está donde debe estar, y hace lo que debe hacer. Acude cuando se le llama y cumple con lo que se le pide. El héroe de la historia, el creyente que Dios sí podrá levantar como un gran líder que cuide de otros tal y como Dios mismo haría, debe ser un corazón humilde, dispuesto a ser moldeado, y con la suficiente confianza en Dios como para obedecer todas sus indicaciones.