Emociones sagradas - Respuestas bíblicas para cada retoMuestra
La verdad es que tenemos un enemigo que está en guerra constante con nosotros, porque no quiere que vivamos la vida que Dios nos tiene reservada.
El diablo es inagotable en sus intentos de arrebatarte tu vida abundante. Muchas de las armas en el arsenal del enemigo son reacciones emocionales, porque no puede tocar nuestro espíritu, así que su plan malévolo consiste en comunicarse con nuestra alma. El enemigo intentará engañar a cualquiera de nosotros para que pensemos que nos merecemos vivir sin perdón o que nadie entiende nuestro dolor particular. Cuando nos ponemos de acuerdo con él en sus engaños, nuestros hábitos emocionales imitarán las decisiones del diablo en lugar de la abundancia de Dios.
Una de las maneras más evidentes en las que Satán intenta arrebatar a los cristianos su capacidad para vivir una vida abundante es convencerles de que tienen derecho a las emociones negativas. El diablo está exultante cuando te pones de acuerdo con él en que tienes derecho a la preocupación, a mostrar inclemencia o a expresar una rabia desmesurada, entonces él se frota sus pequeñas y perversas manos con regocijo, mientras te engaña para que lances ataques de fealdad humana. Dios no quiere que te pongas de acuerdo con el diablo: quiere que seas como Él. Dios te quiere lo suficiente como para disciplinarte hasta que reconozcas que ni tú ni el diablo tenéis una idea mejor que Dios.
Ya tengas 8 o 88 años, a nadie le gusta el proceso de la disciplina. Cualquiera que desee ser usado por Dios de manera consecuente comprende el requisito divino de superar las propias respuestas carnales a la vida. Tu carne, que también puede ser entendida como tus emociones humanas, se alza en oposición a tu espíritu y al Espíritu de Dios que hay en ti, a no ser que hayas aprendido no solo a disciplinar la carne, sino también a crucificarla.
Si tu deseo más apasionado es convertirte en una gran muestra del fruto del Espíritu y de la personalidad de Dios, el precio que debes pagar es crucificar la carne y disciplinar tus emociones. Si eres capaz de cooperar con Dios en esta empresa difícil, te estarás mostrando disponible para llevar a cabo el importante plan de Dios para este momento de la historia.
El diablo es inagotable en sus intentos de arrebatarte tu vida abundante. Muchas de las armas en el arsenal del enemigo son reacciones emocionales, porque no puede tocar nuestro espíritu, así que su plan malévolo consiste en comunicarse con nuestra alma. El enemigo intentará engañar a cualquiera de nosotros para que pensemos que nos merecemos vivir sin perdón o que nadie entiende nuestro dolor particular. Cuando nos ponemos de acuerdo con él en sus engaños, nuestros hábitos emocionales imitarán las decisiones del diablo en lugar de la abundancia de Dios.
Una de las maneras más evidentes en las que Satán intenta arrebatar a los cristianos su capacidad para vivir una vida abundante es convencerles de que tienen derecho a las emociones negativas. El diablo está exultante cuando te pones de acuerdo con él en que tienes derecho a la preocupación, a mostrar inclemencia o a expresar una rabia desmesurada, entonces él se frota sus pequeñas y perversas manos con regocijo, mientras te engaña para que lances ataques de fealdad humana. Dios no quiere que te pongas de acuerdo con el diablo: quiere que seas como Él. Dios te quiere lo suficiente como para disciplinarte hasta que reconozcas que ni tú ni el diablo tenéis una idea mejor que Dios.
Ya tengas 8 o 88 años, a nadie le gusta el proceso de la disciplina. Cualquiera que desee ser usado por Dios de manera consecuente comprende el requisito divino de superar las propias respuestas carnales a la vida. Tu carne, que también puede ser entendida como tus emociones humanas, se alza en oposición a tu espíritu y al Espíritu de Dios que hay en ti, a no ser que hayas aprendido no solo a disciplinar la carne, sino también a crucificarla.
Si tu deseo más apasionado es convertirte en una gran muestra del fruto del Espíritu y de la personalidad de Dios, el precio que debes pagar es crucificar la carne y disciplinar tus emociones. Si eres capaz de cooperar con Dios en esta empresa difícil, te estarás mostrando disponible para llevar a cabo el importante plan de Dios para este momento de la historia.
Escritura
Acerca de este Plan
Dios te creó y te colocó en este momento de la historia, para amar lo detestable, mostrar paz en la confusión y expresar una alegría desafiante en cualquier situación. Esto puede parecer imposible, pero puedes hacerlo aprendiendo lo que la Biblia dice acerca de tus emociones humanas naturales y de cómo controlarlas. Este devocional abarca los retos ordinarios y en ocasiones extraordinarios a los que nos enfrentamos cada día, y ofrece referencias bíblicas sobre cómo controlar las emociones de forma piadosa.
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Nos gustaría dar las gracias a Carol McLeod y Just Joy Ministries por compartir este devocional. Para más información visita www.justjoyministries.com