Devocionales diarios con Greg LaurieMuestra

Su obra, a su manera, en su tiempo.

Algunos comienzan proyectos con gran entusiasmo pero no siempre los terminan. Yo soy uno de ellos. Me entusiasmo siempre que comienzo algo, pero a veces pierdo interés. Por ejemplo, cuando cocino, me entusiasmo pensando en terminar la comida y comerla, pero no me gusta nada tener que limpiar y fregar después. O cuando tengo que limpiar el garaje, hago una cuarta parte, y luego me digo: "Ya acabaré el resto otro día". Y ¿sabes qué? nunca lo hago.

¿Estás contento de que Dios no sea así? Imagina que él dijera: "¿Sabes?, te amo. Te he elegido. Quiero transformarte a mi imagen. Pero me estoy empezando a aburrir de ti. Estoy cambiando de opinión".

"¿Cómo? Espera. ¿No vas a acabar esto?".

"No. He cambiado de opinión. He encontrado a alguien más interesante que tu".

Pero Dios acaba todo lo que empieza. La Escritura nos dice que Él es "el iniciador y perfeccionador de nuestra fe" (Hebreos 12:2). Y Filipenses 1:6 dice: "Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús".

Pero hay algo que necesitamos recordar: Dios hace su trabajo a su manera y en su propio tiempo. En Eclesiastés 3:11 dice: "Dios hizo todo hermoso en su momento". Pero algunas veces nos impacientamos con Dios, y le decimos: "¡Señor, termina ya esto!".

Él lo terminará, puedes estar seguro. Pero a veces, si no vemos ningún progreso evidente, pensamos que Dios ha perdido el interés en nosotros o quizá nos ha abandonado. Necesitamos recordar entonces que este nunca es el caso. Él termina todo lo que ha comenzado.

Resumen: ¿No estás contento de que Dios complete todo lo que ha empezado en ti?

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