Encontrando alegría en las habitaciones del corazón de una madreMuestra
La entrada principal
Nuestros hijos no nos pertenecen; son un préstamo del Padre. ¡Qué acuerdo tan glorioso entre Dios y las madres! Durante dieciocho años, estamos llamadas a asociarnos con el cielo para criar un hombre o una mujer para el reino de Dios.
Es un proceso progresivo, pero cada paso nos prepara para el adiós definitivo. Llega un día en el que un bebé lactante deja de tomar el pecho y se dirige al vasito para sorber. Llega un día en que un bebé al que le encantaba que lo llevaran en brazos decide que es hora de caminar. Llega un día en que los niños ya no quieren que les lean, sino que aprenden a leer por sí mismos. Todas esas experiencias pasan a formar parte de la entrada principal del corazón de una madre.
Aprende a amar los momentos en los que preparas a un ser humano para que forme parte del gran plan de Dios. Es una oportunidad histórica para que una mujer sea parte integral de la solución de Dios para un mundo oscuro. Estos futuros hombres y mujeres no son tuyos, sino de Él. Libéralos con gusto y alégrate por ellos. Es lo que hacen las madres en la entrada de sus corazones.
¿Por qué las niñas no pueden seguir riendo y bailando? ¿Existe una ley que prohíba que los niños pequeños sigan siendo pequeños? ¿Por qué hay que añadir una vela cada año al pastel de cumpleaños de un niño?
Hay una respuesta eterna, sencilla y a la vez devastadora, a esas preguntas: "El plan de Dios es que los hijos crezcan y se vayan". Dios ha llamado a todo ser humano a crecer e irse; tus hijos no reciben un pase solo porque seas su mamá. Servimos a un Dios al que le encanta ver a sus pajaritos revolotear sus alas que aún no han sido probadas y comenzar a volar hacia sus destinos. Aunque servimos a un Dios que nunca cambia, servimos a un Dios al que le encanta provocar el cambio.
La entrada es el lugar donde una madre decide comenzar de nuevo y donde ora por un propósito nuevo y divino. Es un lugar donde se incrementan las aventuras y los llamados más grandes. Un nido vacío no está tan vacío cuando una madre que llora permite que Dios llene todos los rincones de cada habitación de su corazón.
¡Este es el momento para el que fuiste creada, querida mamá! ¡Fuiste creada para la entrada principal!
Aplicación práctica:
Escribe a Carol en carol@carolmcleodministries.com y dile cómo puede orar por ti mientras recorres las habitaciones del corazón de una madre.
Escritura
Acerca de este Plan
Estás a punto de entrar, o quizás ya entraste, en la impresionante, satisfactoria y frustrante casa de la maternidad. Una vez que cruzas el umbral de esta magnífica morada que está reservada a quienes han sido bendecidos con hijos, tu vida y tu corazón nunca serán los mismos.
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