Cómo ser prójimoMuestra

Cuando te encuentras a ti mismo al final de ti mismo

¿No fue genial la historia de Freddie en el vídeo de ayer? Todas las Buenas Nuevas de Dios tratan de eso. Freddie es el resultado de personas que viven la Gran Comisión. Hicimos muchas cosas juntos, ¿verdad? Conversamos acerca de nuestra misión conjunta con Cristo. Resumimos los dos mandamientos más grandes de Jesús: Amar a Dios con todo nuestro cuerpo y nuestra alma, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Averiguamos, a partir de la historia del buen samaritano, no solo quiénes son nuestros prójimos, sino cómo serlo. Escuchamos cinco principios útiles del Pastor Craig y vimos historias de gente común que las hace realidad.

Pero eso no es todo. Invitamos al Espíritu Santo a que nos hable y nos empodere para hacerlo realidad. Tal vez algunos de nosotros ya hemos fijado una fecha para hacer una parrillada en el vecindario. Quizás hemos llegado a conocer a un compañero de trabajo. Tal vez nos estemos convirtiendo en clientes afectuosos en los lugares a donde vamos. Puede que estemos compartiendo comidas con personas fuera de nuestra zona de confort. Tal vez movimos algunas sillas de nuestro patio trasero a nuestro patio delantero. Quizás en lugar de solo dar un billete, nos detuvimos y llegamos a conocer a un individuo. Tal vez hemos contactado a una organización local para ser voluntario. Quizás hemos pedido prestado algo a un vecino, o tal vez sólo lo hicimos para saber su nombre. Estamos empezando a ver a las personas como personas, no sus necesidades y estamos ofreciendo nuestros oídos, antes que nuestras ideas.

O tal vez no. Tal vez estás abrumado por tanta necesidad, o descontento por cómo has visto que la iglesia trató a su prójimo en el pasado. No estás solo. Estás experimentando parte de lo que es ser prójimo. Cuando lo eres, te encuentras a ti mismo al final de ti mismo en situaciones que requieren más de lo que tienes para dar. Es ahí dónde nuestro Dios Se convierte realmente en tu Dios. Es en tu debilidad y en la de la iglesia, donde Él se hace fuerte. Está bien sentirse así, pero muévete. Da el primer paso para hacer lo que puedes, con lo que tienes. Esto vale la pena, porque lo que sea que hayas hecho por tu prójimo, lo has hecho por Jesús.

Cuando sales de tu puerta a lo desconocido, a la Gran Comisión, las promesas de Dios se vuelven creíbles, porque se vuelven necesarias. Nuestra fe ya no tendrá más una mentalidad de escasez. No pescaremos toda la noche y saldremos vacíos. Iremos a donde Jesús nos llame porque servimos al que posee el ganado sobre mil colinas, al que llena nuestras redes y vuelve a llenar nuestras vasijas con aceite. Pero no lo haremos solos, nos vaciaremos y nos volveremos a llenar juntos con un grupo de amigos creyentes. Así es como seremos prójimo, porque fuimos hechos para esto.

El paso de hoy: Mira Cómo ser Prójimo. Prepárate para empezar donde estás con lo que tienes. Luego, pide al Espíritu Santo que haga la diferencia.

Principios de cómo ser prójimo:

1. Nos esforzamos por ayudar al cuerpo y al alma.
2. Todos estamos rotos de alguna forma.
3. Alivio y restauración son diferentes, pero ambos importan.
4. No reinventamos la rueda, rodamos con ella. 
5. Llegamos con preguntas, no con respuestas.

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