Hábitos de santidadMuestra
No olvides recordar
Entonces, si la santidad es la identidad bajo la que vivimos y el llamado que nos toca vivir. ¿Cuántos de nosotros estamos tratando de obtener algo que ya tenemos? Mira, si has entregado tu vida a Jesús, eres santo. Se te ha dado la misma justicia de Cristo. Tienes al mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos viviendo dentro de ti, sellándote, apartándote para la eternidad. Pero muchos de nosotros estamos atascados en ese círculo en el que tratamos de ganar afecto y aprobación porque olvidamos recordar nuestra identidad.
Si no entiendes que tú eres lo que dice 1 Pedro 2:9-10 (santo, escogido, llamado, perdonado), pasarás tu vida persiguiendo algo que ya tienes. Y eso es exactamente lo que tu enemigo quiere. Él amaría verte perseguir lo que ya tienes en lugar de asumir el poder y el llamado que se te ha dado. Esto no es un nuevo concepto, de hecho, fue parte de la entrategia de Satanás para engañar a Adán y Eva en el principio. Mira lo que dice Génesis 3:
"Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios ..."Génesis 3:5 NVI
Llegarán a ser como Dios, la serpiente dice tentando. Pero ahí está el problema, ¡Adán y Eva eran tanto como Dios como era posible! Ellos eran literalmente hechos a Su imágen, formados por Sus propias manos, Su aliento estaba en sus pulmones, y diariamente caminaban a Su lado.
"Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios; hombre y mujer los creó," Génesis 1:27 NVI
Satanás engañó a Eva y a su esposo para que persiguieran algo que ellos ya tenían: imago dei, la imagen de Dios. Y nosotros, como seres humanos, hemos tenido problemas para recordar quiénes somos desde allí.
Y piensa en cómo olvidar quiénes somos ha distorsionado nuestra forma de ver las relaciones románticas/sexuales. Hay mucho dolor y vergüenza rodeando el tema. Las personas van más lejos de lo que siempre intentaron ir porque están atascados persiguiendo el afecto y aprobación que ya tienen en Cristo. Usan su cuerpo como mercancía y usan a otras personas de la misma manera por esta idea deformada de que es de ahí de dónde viene realmente nuestro valor. El valor no viene de lo que otras personas piensan de nosotros, viene de la imagen de Dios dentro de nosotros.
Así que, cuando Jeús vino, tuvo que recordarnos lo que significa ser un humano, y lo hizo a través de representar perfectamente a nuestro Dios en el mundo. Él restauró nuestra habilidad de caminar en nuestra identidad dada por Dios sanando nuestra relación con nuestro Hacedor. No es de asombrarse que el autor de Hebreos nos desafíe a mantener nuestros ojos fijados en Jesús. Porque cuando realmente vemos a Jesús y vemos quién es Él, empezamos a vernos a nosotros mismos como realmente somos.
Acerca de este Plan
Como seguidores de Jesús, estamos llamados a vivir como personas santas para representar a nuestro Dios Santo. La santidad no es un destino mágico al que tenemos que llegar, sino la identidad de la que partimos para vivir. En este Plan bíblico, veremos algunos de los hábitos que podemos implementar para ayudarnos a caminar en santidad en nuestras relaciones personales y virtuales.
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